No sabía cómo reaccionar. Era una propuesta interesante pero... ¿y su familia?, ¿y Steve? Tendría que dejarlo todo para irse. Bien, mejoraría su calidad de vida, tendría unos buenos estudios ganados y cuando todo estuviera hecho podría sacar de la miseria a su família. Visto así, a Alison le pareció una brillante idea.
-Mamá, creo que voy a aceptarla. Si me pueden pagar una buena escuela y darme un buen futuro, estaría bien. Además, ¿qué hago yo aquí?
A la madre de Alison le costó ver el lado bueno de aquello.
-Veremos hija, ya veremos. -Brittany estaba dubitativa, pero su hija estaba en lo cierto. Tal vez sea mejor. -Cariño, yo... te echaré de menos pero... tienes razón. ¡Bah! Que más da, ve y disfruta de la vida.
Brittany veía a su hija como la niña pequeña que todos los días jugaba con los animales a que eran sus hijos, y a los que cuidaba y cepillaba para que fuesen guapos por el establo o jaula donde se encontrasen. Se dió cuenta de que esa Alison tenía ya 17 años y merecía un buen futuro.
-Muchas gracias mamá. Iré.
Alison fue al árbol a darle la notícia a Steve. Este estaba abajo, sentado sobre las plantas que rodeaban su árbol, apoyado sobre el tronco. Parecía estar esperandola.
-Steve! -corrió hacia él.
-He visto que ha venido tu madre. ¿Hay notícias de tu padre? -se adelantó este.
-¿Cómo lo sabes? -preguntó sorprendida Alison.
-Os he visto, pero me he venido aquí para dejaros a solas que hablaseis.
-Entiendo... bueno pues mi padre está casi recuperado. No es grave.
-No sabes cuánto me alegro... -interrumpió Steve aliviado.
-Lo importante es que me han dado una plaza para una escuela privada y me permitirán estudiar una carrera decente. Y todo esto me lo pagan los directivos de la escuela. No estoy segura al 100 por 100 de ir, pero es una oportunidad enorme.
Steve se quedó sin habla, en un principio.
-No sé... es verdad que es una oportunidad enorme pero... es muy difícil saber si es de las buenas escuelas o una simple trampa. ¿Qué te parece si vamos a escondidas a investigar sobre la escuela? Si es buena vas, si no, te quedas conmigo... digo, con tu família.
-Me parece genial. Aunque... sigo con esa inseguridad por el cuerpo...
-No te preocupes, solo nos queda esperar...
Esa misma noche Alison fue a ver las estrellas junto a su amigo, en la parte inferior del árbol. La madre de Alison pasaría esta noche en casa y mañana volvería al hospital con su marido. Había dejado a su hija ir a dar una vuelta, pero le dijo que volviera pronto.
Steve abrazaba tumbado a su amiga mientras miraban las estrellas. El cielo tenía un tono muy oscuro y las estrellas brillaban como si fuesen la llama más potente que existiese. Tras las hojas del árbol se ocultaba una media luna, que creaba cierto ambiente de relajación.
-Que noche tan bonita, ¿no crees? -opinó Steve, rompiendo el silencio.
-Cierto, es preciosa.
Poco después Alison comenzaba a dormirse, y su amigo decidió darle tema para pasar un rato más con ella.
-Bueno, ¿y cuándo podríamos ir a visitar tu escuela?
-Steve, eso ya lo veremos. Ahora no se me ocurre.
Ya eran las 23:00. Era la hora de volver a casa, por parte de Alison. Steve también se iría a dormir ya. Se despidieron quedando para verse el día siguiente, cuando Brittany volviese a la ciudad.
Todos dormían. Un lobo proviniente de las cercanas montañas aulló a la luna. Esa fue una especie de "buenas noches, mundo".
