One

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Jose pensaba que leer era aburrido. No podía entender cómo podía uno dejar de jugar para agarrar un libro y sumergirse en un silencio absoluto en donde sólo había letras y letras.
Algunos libros ni siquiera tenían dibujos. El prefería jugar fútbol o -si había suerte- jugar con la consola de su amigo Saúl. Por mas que don Francisco, su profesor de español, intentara convencerlos de que leer abría ventanas a mundos infinitos, el sabía que aquello era pura charlatanería de profesor de letras. No podía haber nadie -pensaba- que prefiriese estar sentado con un libro. Jose sólo se sentaba para ver televisión, y eso cuando terminaba de jugar con los videojuegos.    

•El Mejor Regalo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora