Una chica puede equivocarse, cometer errores. ¡Claro! Somos humanos, no somos perfectos, los cometemos muy seguidos.
Mi error quizá fue algo tan sencillo, como no cumplir una promesa, una promesa que me protegía, que me iba a cuidar.
Mi error fue cr...
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Después de haber escuchado aquello en los pasillos, decidí terminar con David, lo iba a lastimar, me iba a lastimar.
¿Por qué terminar con el chico que amo?
Porque ya no éramos aceptados, David ya no tenía el índice de popularidad que yo tenía, la gente estaba hablando en los pasillos y como dije antes:"Los pasillos son mis tribunales y las personas mis jueces"
Ese día decidí terminar con él, pero en la noche cuando fue a mi casa no pude, no tuve la fuerza suficiente, lo amaba mucho y no tuve valor para destruirlo, para destruirme. Hicimos el amor, nos unimos en uno solo. Yo tenía miedo de no estar con él, temía que la persona que amo y me amaba, me odiara y aborreciera. Tenía miedo de no tenerlo, porque él era mi polo a tierra, lo que me recordaba que en el mundo podía haber personas buenas, personas que, si valiera la pena conocer, personas que no te etiquetaban y lastimaban si no eras perfecta.
Así que pasaron tres meses, la gente seguía hablando y yo aún tenía miedo, cada día bajaba un poco más de peso, David lo notaba y me preguntaba, pero mis excusas eran más fuertes que sus preguntas. Mi menstruación no bajaba, seguía comprando pruebas que seguían saliendo negativas. Tenía miedo, la única forma de que tu menstruación no llegara era estar embarazada o estar en la menopausia, y sentía que estaba muy joven para llegar a eso. Así que cada dos semanas me hacia una prueba esperando que saliera positiva y yo pudiera detenerme. Nunca paso.
A finales del mes escuche lo que más temía escuchar: "Si Sofía no se separa de él terminará con su vida y caerá en el callejón del olvido y la suciedad"
Ese día tome la decisión, tenía miedo y a cada paso que daba mi corazón latía más fuerte, con miedo de perder al amor de mi vida. Cerca de David pensé que le diría, no podía llegar y decirle que ya no lo quería. No dejas de querer a alguien, así como así. Menos cuando la noche anterior le gritaste que lo amabas y lo besaste hasta quedarse dormidos. Tuve que pensar rápido, David estaba a unas cuantas personas de distancia, saque valor de donde pude y me acerque a cometer uno de los mayores errores de mi vida.
Flash Back
—Pequeña —dice alegre y trata de acercarse, me alejo de él —¿Qué pasa, Sofí? ¿Estás bien?
—Tenemos que hablar David— digo fría, aunque por dentro me muero por retractarme y correr a sus brazos diciendo que lo amo, que él es mi todo, que no me odie
— ¿Qué pasa pequeña? —está nervioso, su voz lo delata, no le quiero hacer esto
—Ya no siento lo mismo por ti David — digo mirando mis manos, las risas, conversaciones, chistes y juegos del pasillo cesan, un silencio se levanta entre nosotros y todos nos observan
Su cara es de asombro, no entiende lo que pasa y se acerca a mí, no me muevo.
—Cariño, ¿estás bien? Estas desvariando, si nosotros nos amamos, me lo dijiste anoche
—Ya no siento lo mismo David, ambos queremos cosas diferentes, quizás tu y yo no deberíamos estar más juntos, deberíamos terminar— digo alzando un poco la voz, pero no lo miro a los ojos, si lo mirara se daría cuenta que estoy mintiendo, que lo amo cada día más, que es lo mejor que me ha pasado, que tengo miedo y que le quiero cerca de mi
— Pero ¿qué dices pequeña? Si nos amamos, si me lo dijiste anoche, si llevas diciéndomelo desde hace nueve meses, si me quieres y yo te quiero, no dejas de querer a alguien, así como así— sus ojos se humedecen, su voz se quiebra en la última palabra que pronuncia —Dime que es una broma — Levanto la mirada y veo sus ojos llenos de agua a punto de desbordarse, sé que lo estoy lastimando, sé que me estoy matando
— David, ya no te quiero como te quería, así que debemos terminar—no puedo llorar, si lo hago sabrán que miento, aguanta Sofía, aguanta.
— Sofía si eso es real te respeto, y está bien terminemos— dice mientras se le quiebra la voz, no quiero escucharlo así, me duele —Solo quiero que me digas que no me quieres a los ojos, dímelo una vez mirándome directamente y me alejare, dejare de molestarte, simplemente dímelo a los ojos
No quiero hacerlo, ambos sabemos que es una mentira, que lo amo más que a nada, si lo miro a los ojos terminara y no quiero que termine, quiero abrazarlo y decirle que lo amo, que lo quiero y que jamás dejare de hacerlo, quiero repetirle mil veces te quiero, pero no puedo, no puedo porque hay cosas que pesan más que el amor, eso es lo que me han enseñado, así que levanto mi cabeza y lo miro directamente a los ojos, cinco palabras, cinco palabras de las que me arrepentiré toda la vida
—Ya no te quiero, David
Su llanto explota y baja la cabeza, uno de sus amigos le toma el brazo y lo saca del pasillo llevándolo al patio del instituto mientras dos amigos más, me miran mal, cierran su taquilla y cogen su mochila para salir detrás de David y el otro chico.
Me doy la vuelta como si nada hubiera pasado, muchas de las chicas me miran bien, muchas me miran complacidas, había entrado en un videojuego y destruí la última arma que ayudaría a salir de ahí, a ganar. Había alejado a David, simplemente yo había dejado de jugar, yo estaba perdiendo.
— Aun te quiero, jamas lo dejaré de hacer, lo siento David, lo siento tanto — susurro, mientras escucho como alguien dice a mis espaldas
