D I E C I S É I S

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Lo saludo a Nicholas con la mano y el me devuelve el gesto guiñándome el ojo, por último le tiro un beso y me doy la vuelta para abrir la puerta. Escucho el motor del auto alegrarse y volteo para ya ver perder de vista al auto de Nicholas. Gracias a Dios me trajo a casa, por qué para caminar todas las cuadras que hay desde la playa a acá mis pies estarían llenos de ampollas.

- ¡Ya llegué! - grito y dejo las llaves sobre la mesa que hay a un lado de la entrada, voy a la sala y me saco mi bolso dejándolo en el sillón.

- Por fin, ¿dónde estuviste?- me pregunta Luca entrando de la cocina.

- Te dije que fui a la clase de surf- le respondo obvio- si me secuestraban vos ni enterado, pobre de tus hijos.

Lo miro y veo como su rostro pierde color, pasa sus manos por su cabello y después empieza a sonar los huesos de sus dedos. Eso, es algo típico que hacemos él y yo al estar nerviosos.

- Eh, tranquilo sé que no querés tener hijos - prendo la televisión- respira ondo que un poco más creo que se te baja la presión.

- Callate estúpida- me responde enojado y mirando hacía la televisión.

- ¿Y Massimo?

- En su cuarto, creo.

Me paro y tiro el control en sus piernas para el ponga el canal que quiera. Cuando voy subiendo las escaleras la puerta se abre, me doy vuelta y veo a River entrar. Nuestras ojos se unen pero su cara no tiene ninguna expresión que me dé a entender su estado, tira sus llaves junto a las mías en la mesita y se para poniendo sus manos en los bolsillos. No entiendo por qué me mira así, lo miro de arriba a abajo y tengo que admitir que está súper sexy, normal en él, esa remera ajustada que se adhiere a sus brazos y su pecho.

Para que no me vea babeando por él, doy vuelta y sigo subiendo las escaleras. Trato de subirlas un poco más provocativa de lo normal sintiendo su mirada quemandome el trasero.

Llego al cuarto de huéspedes, ahora cuarto de Massimo y me quedo a jugar a la play con él, todavía no supera que le halla ganado dos de tres partidas.

- ¿Sabías que River fue a la playa?

- ¿Eh?- dejo el juego de lado y lo miro.

- Epa, como te interesaste eh- me sonríe divertido.

- Dale estúpido contame.

- Luca me dijo que fue a la playa, no sé por qué pero yo creó que por la clase de Nicholas.

- ¿La clase de Nicholas?

- Oh vamos, no te hagas la tonta- me da un toque en la nariz- sé lo que pasó con ustedes que hubo fuego y lo va a ver, y que fue a esa clase para verte.

- Ay Massimo- me levanto de las almohadas que tiramos al piso para sentarnos ahí y jugar más cómodos- deja de imaginar cualquiera, River fue para mirar culos.

- Creetelo vos primero y después decimelo a mi.

- Me voy a comer algo que tengo hambre.

- ¡Gorda!- me grita cuándo voy saliendo.

- ¡Tu abuela!

Llego a la cocina y empiezo a buscar que poder comer. Todavía no me creo que River fuera a la playa por mí, de seguro fue por alguna clase que tenía, ¿pero por mí? Seguro que fue a cogerse a Jennifer de las ganas que lo deje ayer rechazándolo, aunque ni siquiera lo rechacé él se enojo y me hizo enojar a mi y lo eché. No es nadie para venir a reprocharme cosas y tampoco es culpa mía de que Nicholas me allá invitado a su clase y a ofrecerme a ser su alumna. Aunque problema no tuve que él sea mi profesor, la clase estuvo muy divertida algunas caricias por acá otras por allá, roces pero nada más que unos roces.

Inefable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora