When Tomorrow Comes {Camren Fanfic}

Capítulo Veinticinco: De vuelta a Cuba.

Camila's P.O.V.

Después del griterío de mi padre la pasada noche preferí no verlo en todo el día. Así que ahí estaba yo, en el sofá del sótano, sola, intentando entretenerme con el móvil.

No encontraba nada interesante así que lo solté y me acerqué a la mesa de billar que compramos hace un par de semanas. Debería invitar a Lauren a jugar algún día. Mi móvil vibró sobre el sofá y me acerqué a mirarlo.

Hablando del rey de Roma.

"Camz, ¿te apetece venir a mi casa un rato por la tarde? Podemos ver una película o lo que quieras e.é"

"O lo que quieras e.é", me reí y le respondí.

"Me parece bien. ¿Llevo algo?"

"Um... ¿que te parece si traes lencería fina y liguero sin nada encima, tan solo un abrigo tapándote?"

"¿Esa es tu fantasía?"

"Una de tantas, sé buena y cúmplela :("

"Me encantaría pero estamos en julio y no quiero morir de calor con el abrigo. Además parecería idiota con él por la calle"

"Bueno... entonces no hace falta que traigas nada, tengo palomitas y chuches aquí"

"Okay, ¿alguna hora en concreto?"

"Cuanto antes mejor, así puedo estar más tiempo contigo :3"

Creo que me sonrojé al leer eso.

"Vale, pues te veo a la tarde <3"

"Hasta luego, morena ^3^"

__________

Lauren's P.O.V.

"Mamá, Camila va a venir esta tarde. ¿Vale?", mi hermana levantó la vista de su teléfono y me miró con una media sonrisa. Rodé los ojos y pasé de ella.

"¿Y eso? ¿Le pasa algo?"

"Am... no, solo vamos a ver una película", mi madre me miró por unos segundos sonriendo y luego miró de nuevo a su libro.

"Una película, ¿eh? Yo también veía muchas películas con tu padre..."

"¡Mamá!", dijimos mi hermana y yo a la vez con una mueca de disgusto. Mi madre empezó a reírse y Chris entró al salón y nos miró.

"¿Me he perdido algo?", lo miré y negué con la cabeza.

"No preguntes...", le di un par de palmaditas en el hombro y subí a mi habitación.

**********

Lo tenía todo preparado para cuando llegara Camila. Palomitas, películas para elegir, nadie que nos molestara porque les dije que nos dejaran la sala de estar para nosotras y refrescos. Llamaron al timbre y me acerqué a abrir. Nada más ver a la morena sonreí pero ella parecía triste.