Capitulo 28 - No yo no...

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Nos encontrábamos los tres en la cola de la farmacia.

Llevábamos aproximadamente veinticinco minutos de pie. Ya solo faltaban unas cinco personas para que fuera nuestro turno, y pude notar que con cada paso que dábamos, mas nerviosa y ansiosa se ponía Anisha por lo tanto la tome de la mano y le sonreí "todo va a estar bien" dije sin siquiera mover mis labios, Anisha asintió comprendió perfectamente.

Sus manos o las mías se volvieron sudorosas, por lo cual la retiré disimuladamente y la limpie en mi jeans.

Efectivamente era la mía.

También estaba nerviosa.

Estaba mas que claro que si... la prueba daba positivo, absolutamente todo iba a cambiar.

- Lauren...- me habló Anisha.

- ¿Que...?

- Tengo que hacer pis. - dijo y comenzó a saltar de un pie a otro.

- Anisha por favor solo faltan...- miré la fila. - tres personas, aguanta un poco. - dije.

- Lauren... tu mas que nadie sabe que cuando quiero hacer pis, quiero hacer pis y no me importaría hacer aquí mism...-

- ¡No!- la interrumpí, varias personas de la cola se giraron a vernos por mi repentino grito, atrayendo también la atención de Keith que desde hace rato solo tenia la mirada perdida, viendo a la nada... pensando.

Yo mas que nadie sabia que las palabras de Anisha eran ciertas ella carecía de vergüenza, claro, en ocasiones como en el coche si parecía la niña mas tímida de todas, pero claramente ella no era así.

Lo sé, porque ya lo ha hecho dos veces. Si, se ha hecho dos veces pis en un lugar publico. Y yo, evidentemente he estado ahí, como la amiga de la niña rara que hace pis en cualquier lado.

- Ok, vez - accedí- pero vienes rápido.

- Ok gracias - una amplia sonrisa apareció en su rostro. - ten - me entrego el dinero - si no he vuelto aun lo compras tu - y con eso se fue corriendo.

¡Ella me había engañado!

¡No quería comprar el test ella misma!

Agh!

- ¿Y a ella que le paso?- pregunto Keith confundido por haber visto a Anisha esfumarse tan fácilmente entre la multitud de personas.

- Simple, huyó - hice un ademán con lo brazos. - ahora, nos toca comprar el test a nosotros.

Keith palideció.

- Ok. - respondió aunque se notaba muy bien que no estaba muy de acuerdo con la idea.

Pasaron las personas y por fin llegamos a donde estaba la recepcionista. Era una señora algo regordeta, entre los cuarenta y cincuenta años, se veía como la típica señora habladora del pueblo, aunque muy amable por la forma de interactuar con las personas.

- Hola. - saludé una vez que la tuve en frente

- Hola cariño. - me saludó y vio a Keith. - hola joven. - Keith se limito a sonreír ¿por que estaba tan nervioso? Yo era la que tenia que hablar. - ¿En que puedo ayudarlos?- preguntó amablemente.

Abrí mi boca para hablar pero nada de ella salió.

Volví hacer el intento. Pero nada, simplemente no hablaba.

- Oh. Comprendo. - comienza la señora. - necesitan condones.

¿Que? ¿¡Que!?

No, no.

Inquilino♡. [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora