Silence ⚜ (c.a español)

[Silencio]

—Por qué... Por qué...— Los fuertes golpes que el chico daba furioso a su mesa producían estruendos que resonaban con ímpetu en toda la habitación. —¡¿Por qué no puedo hacerlo bien?! ¿Qué es lo que ha ido mal con esos cálculos? ¡¿Por qué no puedo tan sólo volver a la correcta línea de tiempo?! Kajaja!—Un distorsionado chillido convertido en risa resonó desde allí. Un hombre de pelo blanco estaba en una mesa, con lágrimas fluyendo de sus ojos. La puerta del habitáculo se abrió ligeramente, a medida que un chico medio demonio de pelo azul oscuro entraba por ella y contemplaba al más joven con preocupación.

— Oye...—Miró al chico con simpatía.—¿Te encuentras bien?— El hombre de blancos cabellos lo fulminó con la mirada.

—Fuera.— Gruñó al intruso. —Lárgate de mi maldita habitación.—

—Pero escuché que tú-...— Ciel estaba a punto de decir algo, pero fue interrumpido cuando el joven le gritó.

—¡¿Acaso no me has oído?! ¡FUERA!— Gritó a la vez que su esclerótica se tornaba negra. Miró a Ciel de forma amenazante.

Ciel se deslizó lentamente fuera de la habitación. —¿Te dijo que salieses de nuevo?— Raven, el Comandante Veterano le preguntó cuando vio a Ciel fuera de la sala.

—Sí...— Ciel suspiró derrotado. Desde que Add se convirtió en un Diabolic Esper, siempre estuvo gritándole a cualquiera que se atreviese a poner un pie en su habitación y se negaba a salir siquiera para comer. Todo lo que podían oír desde fuera era su retorcida risa maníaca, junto con el llanto y furia que desprendía su voz. — Yo estaba preocupado por él, eso es todo.—

—No dejes que esto te afecte. Estoy seguro de que él nos permitirá entrar pronto.—Raven palmeó su hombro para darle cierta seguridad antes de marcharse.

'Realmente quiero ayudarle... Pero, ¿qué puedo hacer por él? ' Pensó Ciel mientras miraba hacia aquella puerta cerrada.

—Bueno, ¡tenemos que irnos a una misión! Te toca quedarte aquí y cuidar de la casa.— Rena sonrió al mismo tiempo que ella, Elsword, Aisha, Raven, Eve, Chung y Ara preparaban sus provisiones, listos para partir.

—¿Quién queda en la casa que no sea Lu y yo?— Ciel preguntó.

—Bien, está Elesis, tan solo procura que no haya ningún demonio cerca de ella por ahora, y Add.— Contestó Rena. Ciel tragó saliva cuando escuchó el nombre del chico.

—Nos vamos ya, entonces.—Rena dijo así y se dirigió a su misión junto con el grupo. Ciel se hundió en el sofá, y suspiró. 'Veamos que puedo hacer...' Pensó él. Fue a la cocina a hacer galletitas, ya que aún había gente en la casa. Justo cuando iba a abrir la puerta del cuarto de Add, sintió un tirón en la manga. Se dio la vuelta, y vio a Elesis mirándolo sin emoción alguna.

—Um, ¿sí...? ¿En qué puedo ayudarte?— Inquirió el hombre.

—¿Seguro que vas a entrar en su habitación?— Le preguntó la pelirroja. —La última vez que lo hice, tuve que inmovilizarlo para que no me atacara...—

—No te preocupes por eso.— Ciel sonrió mientras palmeaba la cabeza de la Vengadora Roja. —Además, él no ha comido nada por dos días. Es importante para su salud comer algo.— Él abrió la puerta.

—...Como quieras...—Elesis se encogió de hombros y se alejó.

Todo estaba tan tranquilo en la habitación, a diferencia de los habituales insultos y palabrotas que siempre escuchaba. Vio a Add acostado en su escritorio, con su cabeza apoyada sobre los brazos. Estaba profundamente dormido. Sin embargo, del mismo modo en el que se acercó a él, notó algunos espamos incómodos que le daban el albino. Estaba apretando los dientes, mientras que sus cejas formaban un ceño fruncido, como si estuviera pasando por una pesadilla.