La Farola

En un árbol en medio del bosque colgaba una farola, todos en los alrededores sabían de ella, más nadie se atrevía a tocarla. No sabían cómo es que seguía encendida pero nadie iba a averiguarlo, cierta leyenda circulaba sobre asesinos y avisos del más allá.  Un día un niño muy querido por todos desapareció, su padre no era muy apreciado en el pueblo, había ciertos rumores sobre la misteriosa muerte de su esposa, por lo cual al desaparecer su hijo todos opinan que él le ha hecho daño, el hombre solo insistía en que él había ido a visitar a sus abuelos, nadie nunca vio a sus abuelos ya que supuestamente vivían en un pueblo lejano, encarcelaron al padre y revisaron su casa y los alrededores, buscaron en todo el pueblo pero no hallaron nada. Sin pruebas debieron liberar al hombre, los días pasaron y se convirtieron en semanas entonces un notable cazador decidió realzar su reputación encontrando al chico, tomó su arma, un antigua escopeta con un extraño símbolo cuyo significado solo conocía el cazador  y anunció al pueblo que sabía dónde estaba el niño y partió con la idea de revisar el único lugar en el que no habían buscado. El árbol de la farola. Pasaron las horas y todos estaban ansiosos, pero él no regresaba, los primeros rayos del amanecer abrazaron al pueblo y todos debieron retomar sus tareas entre rumores y murmullos, paso todo el día, y el siguiente, y el siguiente más el cazador no regresó.
Días más tarde el niño apareció en el pueblo, había vuelto de la casa de sus abuelos como su padre había dicho. El cazador nunca fue visto de nuevo, nadie se atrevió a acercarse a la farola por miedo, así que nadie notó como ésta iluminaba una antigua arma con un extraño símbolo.
La farola había conseguido nuevamente su combustible.