~Fantasíe Impromptu~
Ariadna…
¿Cuántas veces he pronunciado tu nombre y no has contestado?
¿Cuántas noches te he invocado y no has aparecido?
¿Por qué no puedo apartar tu rostro de entre mis recuerdos?
¡Estás devorando mi pecho cual zarza!
Me he enamorado y ni siquiera lo sabes. Pero espero que algún día me veas, porque yo lo hago continuamente.
Eres la llave de mi corazón…
…mi musa eterna.
Ariadna
23 de Enero
La blanca e inmaculada superficie de las teclas del piano son suavemente presionadas por alguien con una magnífica sincronía mientras que Ismael toca con demasiada destreza el violín inundando la clase con hermosas notas. Cierro los ojos y me trasporto a un mundo triste y nostálgico.
“Melancolía” de Chopin, sigue sonando sin descanso durante dos minutos más hasta que cesa. El silencio provocado por el comienzo de la música sigue hasta que Yuuki separa sus manos de las teclas. Ha sido hermoso. Todos se levantan de sus sillas y comienzan a aplaudir y los artistas sonríen. Ismael es uno de los mejores violinistas de la empresa. Ha estudiado conservatorio y se nota su magnificencia. Sin duda, alguien muy talentoso para la edad que tiene. Con tan solo dieciséis años ya toca en orquestas y mantiene una estrecha relación con el mundo de la música.
Reparo en Yuuki, quien manda sentarse a Ismael y retoma de nuevo la clase. Todos se sientan de nuevo y escuchan atentamente.
—Esta pieza la compuso Chopin, junto con otras diecinueve inspiradas en John Field. Bien, ¿qué os ha trasmitido? —preguntó apoyándose sobre la mesa. Una chica levanta la mano.
—Desesperanza. En mayor medida. —dice con un hilo de voz.
—Si, es un sentimiento que aparece. ¿Algo más?
—Melancolía. —responde Pablo con su voz grabe. Como está a mi lado, logro percibir un matiz de comprensión. Durante la melodía, no le he mirado pero juraría que no estaba prestando mucha atención a Yuuki ni a Ismael.
—Muy bien. ¿Alguien ha detectado algo más fuerte? ¿Algún sentimiento más desgarrador? —se hace silencio y susurro algo que quizá no debiera.
—Dolor, impotencia por no poder alcanzar algo que anhelas. —siento la mirada de Pablo clavada en mí y me incomodo interiormente. La profesora asiente.
—Así es. Bien, quiero que interpretéis una melodía, claro está cada uno como quiera. Cantando o tocando cualquiera de los instrumentos que más os apetezca. Lo pediré para la semana que viene. Tomadlo como un examen pues veré quién siente de verdad la música. Quiero ver un sentimiento tan poderoso como la vida misma. ¿Entendido?
Todos asienten y justo entonces se acaba la clase. Bueno, una canción con sentimiento. ¿No debe ser muy difícil, verdad? Solo tengo siete días. ¿Lograré trasmitir alguna emoción? Salgo de la clase pensando en eso y, como siempre, Pablo me sigue. Desde que Miriam no viene a clases de canto por culpa de Alex —a quien no he visto desde entonces—, esto no es lo mismo. Por fin había logrado sincerarme con alguien y ya no la veo como antes. Por lo menos todo el lío con Elisa se ha terminado. El otro día hablé con ella y me contó que todo estaba bien. Por suerte. Las noticias no paraban de hablar y hablar sobre el asunto y jamás había visto tan decaídos a los actores de la empresa. Hasta ahora Don Francisco se ha encargado de todo, pero Alex hacía mejor las cosas. Este hombre pone mano dura con todos. Aun así, yo no soy quien para juzgar a nadie. Yo misma tengo conflictos interiores que debo atender y superar, así que mejor me centro en lo mío.
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Especiales de C.C.L.M
RomanceSerie de capítulos especiales posteriores a mi novela "Conviviendo con la Mentira" Espero que os gusten.