Después de desayunar lavo mis dientes y me fijo en la hora: 7:10, me termino de preparar para salir rumbo a la cafetería. Llevo puesto un jeans claro y una camiseta rosa, en el cabello me hice un moño alto y colgué mi mochila en un hombro, mentalmente repaso todo lo que llevo y después de tomar un vaso de agua salgo del hotel para adentrarme en la muchedumbre de personas que circulan a contrarreloj.
Llego veinte minutos antes de la hora citada y mis manos tiemblan, es la primera vez que haré una entrevista de trabajo real, en el caso del local de ropa solo debía hablar con Liz a quien tenía confianza. Entro a la cafetería y las camareras ya corretean por todo el espacio, camino directo a la barra y me paro ante un hombre que está manipulando la caja registradora.
–Hola, disculpe, tengo una entrevista programada con Gloria.
El hombre con bigote me observa y sin expresión levanta un teléfono y se lo apoya en la oreja, su voz gruesa retumba y después de unas cortas palabras vuelve a prestarme atención y asiente.
–Entra por esa puerta, detrás de la cocina hay una puerta verde, toca y te atenderá Gloria.
Observo donde me señala y asiento sin decir nada, espero que no todas las personas que trabajan aquí sean como ese hombre. Camino segura hacia donde me indicó y después de pasar por las miradas de todos los hombres de la cocina encuentro la famosa puerta verde, toco con mis nudillos y espero una respuesta. A los segundos escucho la voz de una mujer que me pide entrar, inspiro y exhalo mientras empujo la puerta.
Observo a la mujer que está sentada con las piernas cruzadas y un escalofrío me enfría la espalda, esta mujer no me cae bien, no encuentro la razón aun, pero sus piernas largas y su cabello colorado y largo me dan rechazo al instante, ¿Mamá es amiga de esta mujer? No es lo que imaginaba. Me acerco despacio y todos mis sentidos piden que vuelva mi seguridad, Gloria me mira de arriba abajo frunciendo un poco los labios, pero después logra una sonrisa falsa de dientes increíblemente blancos y perfectos.
–Alexia.
–Hola Gloria.
La mujer que debe tener aproximadamente la edad de mi madre me observa y casi me recuerda a Luke, sus ojos me penetran la piel. Me quedo parada al medio de la habitación y hago lo imposible por no cruzar mis brazos por delante de mi cuerpo en pura señal de falta de seguridad. Inspiro y me enderezo, levantando mi barbilla y sosteniendo su mirada, al parecer esta entrevista es la del silencio.
–¿Cuándo quieres empezar a trabajar?
Me dice midiendo mi expresión.
–Hoy me parece bien, he llegado hace pocos días y necesito ocupar mi tiempo.
–Me parece bien, como sabrás Wanda me habló de ti y me pidió un favor, para tu suerte he tenido que echar una camarera por su falta de eficacia, ¿Estas dispuesta a poner empeño? La chica era torpe y lenta, ayer te vi observando los camareros, necesito eso exactamente.
Trago saliva y sé que mi rostro se ruboriza, ¿Me vio ayer? ¿Cómo supo que era yo? ¿Wanda es su amiga? Creí entender que era amiga de mamá, quizás es amiga de ambas.
–Si señora, quería entender como era el ambiente– Ella asiente y agarrando el teléfono marca un número y solo dice "Clara" a los segundos aparece la chica castaña que me atendió ayer, en el momento que me ve sus cejas se levantan y creo que perdió todo color del rostro ¿Qué?
– ¿Jefa? – Le dice la chica intimidada.
–Clara, ella es Alexia y es la nueva camarera, enséñale lo básico– Clara asiente y al parecer recuerda cómo se respira, por mi parte me quedo parada en el lugar.
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Aquí y Ahora
RomanceSolemos bromear con la fantasía de un adonis moreno y otro rubio, parece divertido, pero todo se complica cuando se vuelve realidad, o por lo menos eso le sucedió a Lexy quien vivía una vida sin complicaciones pero con muchos placeres... Sin embargo...