Capitulo VII

5K 290 72
                                    

Narra Samuel (¡¡Al fin!!)

La felicidad que sentía era inmensa, era de tan grande creo que hasta desgarradora. Extrañamente, ganas de dormir no me faltaban pero había tantas imágenes y emociones en mi mente que hacerlo iba a ser imposible. Ahora entendía a los padres y madres que lloraban cuando les mostraban el ultrasonido de su hijo en mis prácticas de enfermero. Ahora era yo el que lloraba como magdalena pero de felicidad y es que en serio las lágrimas no paraban de correr por mis mejillas. Estaba sintiendo por primera vez lo que era tener a mi mundo en mis brazos y saber que hay algo que evitará que lo pierda de nuevo. Mi mundo ahora estaba dormido en mi pecho, con una hermosa cara de angelito y hasta unos pequeños atisbos de sonrisa. Y es que no podía sentir que mi vida estuviera yendo mejor. Dejé que mi mano fuese por su costado hasta su cintura y descansase allí, casi sobre su abdomen. Pensar que iba a tener un hijo mío con el hombre que vengo amando desde hace muchísimo tiempo me generaba una sensación satisfactoria en el pecho pero quizás también algo de miedo. ¿Y si no era un buen padre para él? ¿Y si la cagaba en algún momento? Es obvio que hacerme cargo de él lo voy a hacer pero, ¿Willy y yo que somos? ¿Somos pareja? ¿Esto es una familia? Demasiadas preguntas en mi cabeza y muy pocas respuestas. Quizá tratar de dormir iba a ser lo mejor pero sinceramente tengo miedo de despertar y ver que nada de esto pasó, que solo fue un hermosísimo sueño. Tengo por fin a todo lo que amo conmigo y perderlo me destrozaría.

- Estas bien?- oigo la grave y ronca voz de Willy rompiendo el silencio que había en la habitación. Era tarde, muy tarde y yo seguía despierto, con más preguntas que ganas de dormir.

- Si... Solo...- traté de contestar a esa pregunta pero él lo hizo por mí.

- Estas tratando de asimilarlo. Yo cuando me enteré estuve igual- confesó haciendo círculos con sus dedos sobre la tela de mi remera de algodón, a la altura de mi pecho.

- Entre otras cosas...- confesé haciendo los mismos circulitos sobre su cintura, donde mi mano izquierda reposaba.

- Tienes muchas preguntas, no es así?- asentí pero no dije nada. Estaba feliz, y creo que de eso no había ninguna duda pero también estaba ansioso, angustiado, eufórico, confundido. Eran demasiados sentimientos y emociones que estaban nublándome y no sabia como llevarlas bien para evitarlo.- Quieres tratar de encontrarles una respuesta?- volví a asentir, su voz tan tranquila me estaba relajando y es que el grado de paz y tranquilidad que se respiraba en ese cuatro no era normal. Creo que jamás habíamos estado en tanta armonía.- Pregúntame lo que quieras entonces...

- Willy... Qué pasará con nuestras vidas ahora? Con YouTube...- pregunté y los circulitos tranquilos que sus dedos estaban haciendo sobre mi pecho cesaron. Se detuvo, creo que a pensar y luego respondió.

- Es nuestro trabajo, no podemos dejarlo, no por ahora al menos...- dijo volviendo a relajarse y a acomodarse entre mis brazos.

- Pero tampoco podemos exponernos tanto...- respondí dudoso. Mi voz se notaba insegura, al menos yo la notaba así. Los círculos que mis dedos hacían sobre su espalda baja se habían tornado más nerviosos que relajantes.

- Por qué lo dices? Por el bebé?- asentí nuevamente, con mi mente saturada de dudas.

- Quiero que tenga una vida lo más normal posible... No va a tener una madre pero si dos padres, eso ya es distinto y si además nosotros nos damos el lujo de seguir creciendo en YouTube? Qué sería de su vida?- sentía que tenía razón con lo que estaba haciendo pero que a la vez no estaba escuchando su opinión, qué era lo que él quería hacer. Al fin y al cabo ambos éramos sus padres y debíamos tomar una sola decisión que le haga lo mejor posible.

- Quizás no vaya a tener una madre, sí, pero lo importante es que sea feliz y para que él lo sea nosotros también debemos serlo- argumentó- Tu has sido feliz con la vida que has traído hasta ahora?- asentí nuevamente, con melancolía de la vida despreocupada que llevé en España hasta el 2012. No tengo dudas de que madurar me costó pero las recompensas las tuve, dándome esta vida que moriría si pierdo.

Historia de Vida - Wigetta MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora