El día de hoy les contaré la historia de cómo arruiné mi vida, cuando tenía apenas 19 años.
Yo era apenas un muchachito revoltoso de 15 años al que le encantaban las historias de terror; prefería pasar las horas de clases leyendo algún libro o revista con estos geniales relatos a que prestar atención a mi maestra o hacer los deberes; prefería encerrarme en mi cuarto tardes enteras escribiendo más y más de esas largas, casi interminables líneas que hicieron temblar a más de una persona, que salir a socializar con los pocos amigos que tenía, y así pasaron los meses y por mi cumpleaños número 16 mi tía Beth me había regalado un precioso libro de esoterismo; yo estaba fascinado, claro mi madre, histérica como siempre regañó severamente a mi tía en esa ocasión, que por qué me daba regalos así, que soy sólo un niño, y muchas otras porquerías de ese tipo; y yo, demasiado absorto en mi obsequio subí a mi habitación a estrenar mi regalo; le quité el papel decorado y lo tiré al suelo, contemplando la elaborada tapa del libro, era muy hermosa para tratarse de un libro de brujería y cosas sobrenaturales, pero no le tomé demasiada importancia, comencé a hojearlo, a leerlo, a quedar atrapado entre sus páginas, y mi sorpresa fue mucho mayor cuando llegué a un párrafo en el que se mostraba un... ¿Ritual?... A pesar de ser un maestro del terror y saberme casi todas las historias de miedo habidas y por haber, yo había escuchado muy poco, en realidad, muy poco sobre este tipo de actividades; mi curiosidad se abrió como un abismo, y por mi joven cabeza pasó la loca idea de hacer el ritual, ¡tenía que hacerlo por dios! ¡Tenía que probar la sensación de los escalofríos recorrer mis huesos, sin importar la consecuencia.
Esperé a que la noche cayera, y casualmente mis padres irían a una velada de negocios esa noche y regresarían hasta la madrugada del siguiente día. Era ahora o nunca, en el libro decía que debía encerrarme en mi armario, totalmente oscuro, toda la casa, para ser más preciso, ir solamente con una pequeña caja de fósforos, debo admitir que al principio me sentí aterrado, pero ese sentimiento me encantaba, así que continué, me encerré totalmente a oscuras y esperé, como indicaba el libro, luego de esto repetí tres veces en voz alta el breve conjuro que estaba escrito en el esotérico libro y seguí esperando. Nada, el libro decía que probablemente al poco tiempo escucharía voces, pero no. Nada. Nada de nada, me sentí decepcionado, estaba ya a punto de salir cuando...-Sht! Aquí....
Era un susurro... No lo podía creer ¡había funcionado! Tomé un fósforo de la caja y lo encendí aunque no ví nada la voz continuaba hablando, y yo la escuchaba atentamente, más que asustado, me encontraba extasiado, le preguntaba cosas, en ocasiones
las respondía, pero otras... Prefería no haberlo hecho.Pasaron los años... Ya no hablaba con nadie, absolutamente NADIE! Pero no me importaba, desde ese día yo sólo conversaba con el énte que había conocido ese día. Me aislé del mundo y la entidad del armario me contaba cosas terribles de la gente, de mis padres, de mis amigos, de todos.
Una noche me ordenó...Asesinar a mis padres. Yo lo hice sin dudarlo; caminé a su habitación a la mitad de la noche, sin hacer ruido, yo estaba empuñando un mazo entre mis manos, los ví durmiendo, levanté el mazo....Las paredes de la alcoba están ahora cubiertas de sangre y los cuerpos de mis padres yacen en el suelo. Me siento en el sillón de la sala y enciendo el televisor; estoy...Tan arrepentido, ¿Cómo llegué a este punto? He arruinado mi vida, ya no hay vuelta atrás, por que sé, que la próxima víctima del ente que conocí tres años atrás, soy yo.
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Los mejores Creepypastas cortos
AcakEstas son mis Creepypastas favoritas, son cortas y breves, algunas las hice yo, otras las escuché en la web otras me las contaron amigos que también están locos por las cuestiones del terror, también incluiré ritules creepy (No es recomendable hacer...