Una Luz En Mi Oscuridad.

♥Especial♥

¡Advertencia!
Éste no es un capítulo, por lo tanto no afecta o modifica la historia. No están obligado/das a leerlo.
Para los que han decidido continuar, éste "especial" tiene contenido sexual leve.
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Aquella mañana tomaron la decisión de no ir a la escuela, estaba nevando y no les apetecía ni un poco salir con ese clima tan atroz. La madre de Ryuichiro se fue al trabajo y la hermana estaba en clases, lo que dejaba la casa totalmente sola para los tortolitos que estaban echados en mueble dándose mimos y besitos con la tonta excusa de darse calor corporal.

-Vamos a mi habitación-le propuso en el oído

-¡¿Qué?!- dio un brinco y de solo escuchar eso su rostro estaba rojo como un tómate

-¿En qué piensas, pervertido?- le pinchó una mejilla con su dedo índice de forma acusatoria

-E-en na-na-nada- se mordió su labio inferior el cual temblaba incesantemente

-Si claro y te creí- estalló en risas por la tierna actuación de su novio

-¡Ah! Imbécil- le dio un empujón en el pecho, se subió en él a horcajadas y golpeó su pecho tanta veces como éste se lo permitió.

Finalmente luego de tantos golpecitos terminaron en la cama de Ryuichiro, grande y tibia como él. El rubio estaba sobre el pequeño con las piernas a cada lado de las del menor y lo deboraba con besos húmedos y obscenos.
Su gran mano se escondió bajo la camisa de su amante y con mucha lentitud acariciaba cada zona de ese abdomen tan sensible.

-Ry-Ryu- gimió al sentie como unos dedoa traviesos apretaban su pezón izquierdo

-Dios, que sexy- musito al borde del éxtasis, ese gemido lo puso a mil.

Con mucho cuidado saco la innecesaria prenda y la arrojó a algún lugar desconocido, fue directo al cuello de luca que lleno de rojizas marcas y de vez en cuando paraba solo para atender al pequeño que suplicaba por un beso. Atendió los rosados pezones que exigían atención pero Luca permanecía inseguro, los recuerdos golpeaban su mente arruinando por completo el momento.

-Ry-Ryu- lo llamó con ese tono de nerviosismo tan característico de él

-Dime, corazón-no subió el rostro pues estaba complaciendo las tetillas de su niño

-¿No te doy azco?- susurró, en ese momento se llenó de inseguridad y miedo

-Luca- hable en tono de reproche -Luca, ya lo habíamos hablado- levantó la mirada y se agitó el cabello- no eres asqueroso y nunca más digas eso de ti mismo- se inclinó para dejar un beso en la frente del menor

-Pe-pero ...-

-... ¡Pero nada, Luca! -le interrumpió- por más que insistas no eres así, eres hermoso y no importa tu pasado porque estamos viviendo el ahora- puso ambas manos en las mejillas del pequeño.

La conversación se detuvo para continuar profesando su amor en acciones, la ropa desapareció en segundos y por endes ambos chicos quedaron totalmente desnudos. Se dieron el trabajo de admirarse, ver cada pequeña zona del cuerpo desnudo de su pareja y para los dos la maravilla fue gigante.
Luca no no solo tenía los brazos marcados con cicatrices, también sus muslos y costados bajo las costillas.

-Te lo dije- se encogió hasta quedar echo bolita -Soy un asco- murmuró con voz quebrada

-¡Luca! Ya deja de decir eso -dejó caer su cuerpo sobre el pequeño y abrazó tan fuerte como pudo

-Pero ... pero yo ... -

-... ¡Tú nada! ¿Ok? - suspiro con amargura- ¿Puedes entender lo hermoso que eres?, no me importa quien te tocó antes, no me importa tu cuerpo, eres la persona más hermosa que he conocido y lo que menos importa importa es tu cuerpo, ¿entiendes? -

-Eres increíble-le sonrió.

Los intercambios de palabras llegaron hasta ahí, el resto fue puro entrega de amor. Besos que los dejaban sin alientos, carisias intensas y cuando menos lo esperó, Ryuichiro estaba dentro de él dándole una sensación inexplicable que al principio fue un agudo dolor con una mezcla de placer pero con el paso de los minutos fue algo totalmente diferente y maravilloso. Esa había sido su primera vez de pareja.