La Singularidad De Sophia

Coma

Abrí los ojos, no me moví, estaba aterrorizada, me dolía tanto la cabeza, un pitído me iba a reventar los oídos, cada parte de mi cuerpo la sentía como cuando se te duerme, hormiguitas que me mordían y dolía. Mi respiración se fue agitando, no aguanté mas. Grité con todos los pulmones que me quedaban, con todas mis fuerzas, de cualquier forma sabría que no serían muchas.
Intenté enfocar, estaba en el hospital, pero parecía uno normal, no uno para locos. Vinieron corriendo dos enfermeras. Estaban realmente muy sorprendidas, le llamaron a un doctor, una salió corriendo a algún lado. Aún me dolía el cuerpo, quería levantarme pero algo me lo impedía.
El doctor se acercó, actué a la defensiva, después lo pensé mejor, no tenía idea de cuál era mi situación esta vez, lo mejor sería mantener la calma, me relajé.
Esperé.
Después de un rato, mis padres entraron, con mi hermano, todos tenían lágrimas en los ojos, había doctores fuera que querían asomarse por pura curiosidad, no comprendía, pero escuchaba cosas sin sentido: "milagro" "ya ha pasado tanto" "memoria" "accidente".
Debería poder formar una oración lógica, ¿de que habla todo el mundo?, ¿porque siguen sin explicarme nada?
Mi madre se acercó, me beso en la mejilla y me dijo: Bienvenida.
Me trataba de tranquilizar, claro que ella no tenía idea de por lo que yo había pasado, pero ¿cómo no iba a saberlo?
Entraron mas y mas personas, compañeros, amigos, vecinos, gente que yo no conocía.
Ya entiendo lo que está pasando, después de lo del hospital psiquiátrico, seguramente tuve un accidente o tal vez cuando ya me habían dado de alta.
Todos guardaron silencio esperando a que yo dijera algo. Volteé hacia un lado y vi peluches, globos y chocolates, ¿los habían traído para mi? ¡Que tiernos!
Pero, ¿porque debería agradecerles?, ninguno fue avisitarme mientras yo estaba atada a una cama, no estoy segura de cómo se dieron los hechos pero todos me habían abandonado, hasta ahora, no los quería ver.
-¿Qué están haciendo aquí?
-Todos han venido desde lejos para verte, me contestó mi padre.
-¿Porqué se desaparecieron cuando me internaron?, ¿porque me dejaron de visitar?, ¿se rindieron?, ¿mi enfermedad ya no tendría cura o es que siempre he estado loca?
Los presentes se miraban entre si, confundidos. Mamá les pidió a todos que nos dieran un momento conmigo. Todos salieron hechándome una ojeada antes de irse, me hicieron sentir incómoda.
-Mamá, por favor, no comprendo nada.
-Tuviste un accidente cariño, estuviste en coma dos años.
¿Acaso todos me jugaban una mala broma? Porque ya había ido muy lejos, esto no es real. ¡Quiero mi vida! Lo único que quiero es que todo vuelva a la normalidad, sin ningun drama, no quiero estar aquí.
Mis padres seguramente vieron mi cara de desconcierto, porque continuaron hablando, sobre cuestiones médicas, pero los interrumpí.
-Cuántos años tengo?
-Cumpliste 18 hace 3 meses, bebé, dijo mi padre.
-¡Ya!, esto no es divertido, papás, que clase de juego están jugando, ya sólo quiero irme a mi departamento.
No podían ni mararme, mamá estaba a punto de llorar, ambos miraron al doctor. Todos se fueron, pero yo los escuchaba.
Creen que no me acuerdo de nada, sé que quieren protejerme, pero tengo derecho a saber la verdad, si es verdad que estuve en coma por dos años, ahora tengo 21, que suerte, me perdí mis supuestos mejores años de vida, pero puedo recuperarlos.
Me levanté, me quité el suero, abrí una caja de chocolates que estaban a mi lado y comí uno, era delicioso, como si fuera el primero en la vida. Estaba dispuesta a irme, pero una doctora me obstruyó el paso, me dijo que regresara a la cama, que pronto me darían de alta y podría regresar con mis padres. Me reí en su cara.
Las piernas me flaquearon, se me había olvidado lo mucho que me dolían, regrese y me recosté de inmediato. Me puse de lado, nadie existía para mi. Las lágrimas rodaban e iban formandose como manchas en la almohada, creo que por lo menos en este momento estoy a salvo, no tendría porque huir, si, quiero respuestas, pero pueden esperar.
Estaba por caer en un sueño profundo y revitalizador, cuando sentí que alguien me picaba un hombro, me di la vuelta lentamente y me encontre con mi hermano, le sonreí, me devolvió la sonrisa, era un momento perfecto. Le pregunté que, qué era lo que le pasaba a todo el mundo.
-¿De verdad no te acuerdas de nada Sophie?
Negué con la cabeza, me limpié las lágrimas y le dije que me lo contara todo a detalle.
-Cuando tenías 16 ibas regresando de una fiesta a la que habías escapado sin permiso, realmente me sentí culpable cuando supe lo de tu accidente, porque yo te había cubierto para que pudieras salir, nunca regresaste a casa, ni siquiera llegaste a esa fiesta, sé que aún no lo sabes y es algo difícil de entender pero Claret y Lore fallecieronen el auto en el que ibas tú tambien, junto con otro chico que casi salió ileso, vino a verte hace un rato junto con los demás, es realmente un milagro que estés viva.
Ya no podía escuchar sus palabras, como podía el también mentirme, yo ya tengo 21, tengo mi propio departamento, no tuve ningún accidente automovilístico, me secuestraron, esuve internada, hubo un...
Nada de eso pasó.
Estoy realmente loca.
Como es que cumplí 19 años, ¿todo lo imaginé?
Mi hermano salió sin ántes decirme que me había extrañado mucho y que creía que nunca mas despertaría.
No podía contarle esto a nadie, todo, si lo repasaba una y otra vez en mi cabeza parecía una locura, eso era exactamente, nadie me creería, esta vez si me internarían y no llegaría un tal Paulo asesino a sacarme, preferí quedarme con su historia, con lo que era verdad para ellos, sin embargo, siempre sabré cuál es mi verdad y no podré olvidarla jamás.
En el fondo me alegra que mis "amigas" murieran, pero como al parecer no he vivido absolutamente nada, puede que ellas en realidad si eran verdaderas amigas. Esto es lo que debo creer, tengo que decir que solo estaba confundida, pero realmenteno me acuerdo de nada. También esta es una oportunidad para hacer las cosas bien y para cuando cumpla 19 no vaya a una fiesta en la que no me la pase bien y mi mejor amigo no me secuestre, ni me...
La doctora que había visto ántes entró, la miré retadoramente, después recordé que era lo que tenía que hacer y la vi confundida. Ella se sentó a mi lado y me explicó que el golpé principal que había sufrido había sido en mi cráneo, eso provocaba la confusión y falta de memoria, por el resto, había unas fracturas y heridas abiertas que tuvieron tiempo de sanar durante el coma, casi estaba como nueva.
Casi llegó a convencerme.
Pero la loca no era yo.
Esto pasó por una razón, porque estoy predestinada a hacer algo grande y si me pasaba todo eso no podría, esta es mi nueva oportunidad y no la pienso desperdiciar, lo primero que tengo que hacer es ir a ver a Tod.