La Maravilla de la Vida

19 de Julio

-Pasa ya la página.
Es lo que nos suelen decir cuando tenemos un desamor, o nos an roto el corazón. Ami una vez me contaron que el corazón no es como lo vemos en las páginas de internet, rojo y brillante.
El corazón es para experimentar , es más que una parte de nuestro cuerpo, nos hace sentir emociones que con forme vamos creciendo, sabemos cuáles son, puede que aveces tengamos miedo al sentir eso, pero lo más contradictorio es que tu cabeza dice otra cosa, juega con nosotros de una manera extraordinaria que jamás lograré entender, aquí empieza mi historia.
Mi madre me llamo desde la cocina, esperándome para cenar, había echo ensalada con pollo. Vivo en Alabama, es verano, el calor pega con fuerza y las calles son solitarias.
Mama dice que tengo que salir más, conocer chicos, tener amigos y hasta salir del país. Jamás e conocido un antro, nunca e tenido novio y jamás e hablado con alguno. Me gusta caminar por las calles y sentir el maravilloso aire que nos rodea. Me gusta ver lo que los demás no lo pueden notar, esos pequeños detalles que pasan desapercibida.

-Julieta, te puedes apurar por favor, es muy tarde - gritó mi madre como de costumbre
-En un momento, me estoy cepillando los dientes.
Eran las 10:30 de la mañana del 19 de julio y tenía que acompañar a mi madre al trabajo de mi padre para pasar a desayunar todos juntos, como cada maldito fin de semana .Salíamos de mi casa y mi madre aún seguía reclamándome por no levantarme temprano, que siempre se me hacía tarde, trate de no escucharla y seguir caminando. Durante el trayecto del camino notaba que los negocios estaban cerrados y que parecía que éramos los únicos en mi calle. Los demás chicos salieron de vacaciones para festejar que ya salíamos  de la secundaria. Llegamos al trabajo de mi padre, entramos en la empresa y una muy distinguida y elegante señorita nos atendió, llevaba un traje color negro, con unas zapatillas del mismo color y un muy buen chongo que parecía que se abia llevado  horas aciendolo, ya que se veía que tenía mucho gel.
-Muy buenos días, bienvenidas a la empresa TQKE, ¿en que les puedo ayudar?
Su noto de vos era muy grave y llevaba los dientes más blancos del mundo que avía visto, llevaba un labial rojo, bastante intenso para mis gusto.
-Si, buscamos al ingeniero Pedro Valdez - dijo mi madre.
- Un momento por favor  - hablo la señorita.
Se dirigió a la un largo pasillo, cruzo alado izquierdo y habrío la puerta.
-Señor Pedro Valdez, su esposa e hija lo buscan
Mi padre salió de hay muy malumurado, cuando llegó hasta nosotros dijo:
-¿Qué están asiendo aquí? ¿Qué no les dije que no podría salir hoy a desayunar?
-Que novedad - lo interrumpí
Mi comentario no le gusto en lo absoluto, me miró con ojos de enojo y desagrado
-Muchacha insolente, respeta a tu padre ¿Cuado será el día en que aprendas a comportarte?
-No creo que tu sepas mucho de eso papa, prácticamente no me conoces
El solo se dio la vuelta y se fue.
Note que la señorita que nos atendió nos miraba de reojo y fingía estar en sus asuntos.
Salimos de hay y sin mirarnos no madre y yo.
Íbamos a me dio camino, cuando mi madre rompió el silencio y se detuvo ante mi.
-¿Porque isiste enojar a tu padre?
-¿Discúlpame? yo no fui quien no cumplió con su parte de que hoy además, no me arrepiento de lo dije. - casi gritando hable.
- Pero.. Julieta, eso no es verdad, él es tu padre - dijo mi madre con ojos tristes
- Creo que si, cuando se comporte como lo que se supone que es- le dije sin más
Sali caminando a toda prisa,sin rumbo fijo, estaba tan enfadada con mi madre que no pensé en nada y tome un bus.
Cuando entre, tropeze con un niño que iva descalzo y con ropa sucia, le pedí una disculpa de inmediato y me senté a la derecha del en la parte trasera. No estaba muy lleno, era sábado y no había mucho que hacer en las calles.
Cuando menos me di cuenta tenía dos lagrimas rodando por mis mejillas. Era la única , decidí bajarme y sin pagar, me fui caminando. Eran las 2:30 de la tarde, esta no sería la primera vez que pasa esto, no puedo tener un fin de semana en paz.
Saque mis audífonos de mi bolsa trasera del pantalón y los coloque en mi celular, un viejo BlackBerry rosa que me regalaron el mi cumpleaños número 15.
Al trayecto de mi camino, cruze la calle donde había una cafetería, me quite los audífonos al entrar,me dirigí a la barra para pedir un café. La chica que atendía parecía sacada de una caricatura, llevaba unos lentes enormes y parecía que tenía mucha graduación, llevaba el pelo en dos coletas casi abajo de las orejas y con mucho maquillaje. Me dio el cafécon una notita amarilla pegada a la tasa, llegue a una mesa, quite la nota y decía:
- Para que el día tenga color, primero ve la oscuridad.
Me desconcertó al momento y voltee la cabeza asía ella, con una cara del ¿porque la nota?
Ella solo sonrió y con sus dos manos, aslo los pulgares.
Ise bolita la nota y la guarde en mi suéter color menta, tome mi café y en el último trago sonó mi celular.
Era mi madre, lo tome y conteste.
- Mmm hola.. - conteste
- Hija, ¿dónde estás?
- En una cafetería y con una nota en el bolsillo, algo muy casual - dije en tono de sarcasmo
- Necesito que vuelvas ya  - dijo con angustia
- ¿Porque? Si ya sabemos lo que va a pasar mama.
- Julieta, no agas las cosas más difíciles y regresa temprano ¿ok?
Sin contestar colge y lo guarde en mi bolsillo derecho. Di mi medio trago que me faltaba y la mesera se acercó para darme la cuenta, pague y salí de hay. No estaba pensando en nada hasta que un ruido me llamó la atención, provenía de una radio que escuchaba una abuelita sentada en una banca del otro lado de la calle.
La canción era Let it be,de los Beatles, me hacerque a ella y se volteó a mi, parecía que llevaba varios días en la calle, sus zapatos llenos de lodo, olía a humedad, ropa sucia, y un gorro color gris.