Una Explosión de Amor.

Prologo.

—Quiero un cigarrillo.—le susurre a mi amiga. Estábamos en la clase de la Evans, esa maestra básicamente se dedicaba a ponernos un actividad y estar en su celular en toda la puta clase, todavía se ponía estricta si platicábamos, ya me ha mandado muchas veces a prefectura por esa razón.

—Johnson...—dijo la Evans en tono de advertencia, con sus ojos azules viéndome fijamente, haciéndome sentir como si sabia hasta el más profundo de mis secretos.

Le sonreí inocentemente y seguí con mi cabeza metida en el libro, no entendía nada de esta mierda de física, ¿como que voltios o que es eso? Como carajo iba aprenderme todas esas formulas para el examen, acaso creen somos una especie de Jimmy Neutrón, ¿neutrón?¿por qué todo tiene relación con la estúpida física? ¿Por que...?

—¿Quieres que te ayude?—escuche una voz masculina a mi izquierda, trate de verlo de reojo pero la cortina de cabello que tenía en mi cara no me dejo verlo. Acomode mi cabello detrás de mi oreja y voltee a verlo con mi cara de "no necesito tu ayuda pendejo". Me sorprendí cuando mire que se trataba de uno de los chicos más ricos de la escuela y de todas las escuelas del país, y no un becado como yo.
Aquí los becados y los ricos no tenemos relación, la mayoría se creen la gran mierdas y nosotros siempre les vamos a tener envidia.
La verdad es que el chico no estaba nada mal, tenia unos ojos verdes un poco extraños como combinados con miel, su piel era blanca y un cabello cafe castaño claro acomodado perfectamente.

—¿Qué, quieres demostrar que eres superior a mi hasta en física?—escupí lo más estúpido que se me pudo ocurrir.

—No, yo solo...—lo interrumpí.

—Si le entiendo—mentí.—no eres el único en este colegio que entiende la física.
—Si necesitas ayuda, aquí estoy.— susurraste, para luego girarte.
Y desde entonces, siempre estás.