Toda una aventura.

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Narrado por Hiccup.

Sentí su mano contra mi pecho y ella se acercaba lentamente, podía sentirla, sentir su cuerpo contra el mío por completo y a comparación de Astrid el cuerpo de Merida parecía frágil y aun así los movimientos de Merida eran más firmes y más seguros de sí mismos.

Astrid. La había dejado sola de nuevo.

Entonces me tensé y como si Merida hubiera notado el cambio de mi cuerpo, se alejó rápidamente.

-No-dijo de pronto frunciendo el ceño.

-¿No?-pregunté.

Ella abrió mucho los ojos como si no hubiera esperado decir eso, parecía horrorizada de sus propias palabras.

-No...no...no pienso decirte por qué estaba en el claro la otra noche-dijo ella y sus mejillas adquirieron un color más intenso que el que ya poseían de por medio, ¿Acaso ella se había...sonrojado?

Me encogí de hombros y a pesar de que de la misma manera que ella y quería olvidar aquella tensión que había aparecido entre nosotros en aquel momento, todavía podía sentir su mano en mi pecho.

- Entonces no tendrás tus armas-dije mirándola para ver su reacción.

Ella parecía estar librando una batalla interna.

-No las quiero-dijo ella pero sus puños se habían cerrado con fuerza como si tratara de controlar sus emociones.

Entonces ella comenzó a alejarse por el pasillo, de la misma manera en que la otra noche lo había hecho. Pero esta vez algo me hizo detenerla...

-Merida-grité antes de que ella pudiera continuar avanzando.

Cuando pronuncié su nombre resonó por aquel pequeño pasillo, por primera vez la llamaba por su nombre directamente y aquello fue algo que me hizo a mí mismo estremecer.

-¿Podemos empezar de nuevo?-dije y ella se volvió sorprendida ante mis palabras.

-No lo creo-dijo ella frunciendo el ceño.

Me acerqué a ella con largos pasos.

-Hola, Soy Hiccup-dije- Vengo de Berk y anoche estaba en aquel claro solo porque he estado teniendo recurrentes pesadillas que me quitan el sueño por completo, por eso estaba ahí.

Ella sonrió, una sonrisa franca y relajada.

-Hola, soy Merida-dijo ella cerrando los ojos como si no quisiera verme mientras decía aquello-Me escapé anoche para poder entrenar un poco, en mi clan no es bien visto que una mujer entrene para la guerra y por eso es que nadie en mi familia sabe que entreno a esas horas de la noche.

-Bueno-dije riendo- eso ha sonado mejor que lo mío.

Ella se encogió de hombros.

-Qué te puedo decir-dijo ella sonriendo- he estado esperando mucho tiempo para decírselo a alguien.

-Merida-dije riendo encantado y tomando su mano para estrecharla-has sido una aventura desde el momento en que te conocí.

-Lo mismo digo, Hiccup-dijo simplemente. Quien diría que así empezaría todo...

I just need an answerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora