Había una gran guerra entre dos clanes muy poderosos, donde se desarrolló una interesante historia entre dos personajes, un Alfa autoritario y un Omega rebelde.
Al término de la Gran Guerra, el Clan del Capitán Steve Rogers terminó llevándose la victoria y con ella los tesoros después de esta, entre ellas están el hijo de su enemigo, Anthony Edward Stark.
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Cuando mi Clan ganó la Guerra tuvimos una celebración muy larga, más o menos duró un mes, en el cual establecíamos nuestras reglas sobre nuestro nuevo territorio. Como líder del Clan yo debía establecer las nuevas reglas con las que gobernaría sobre este lugar para mantener un orden, hay algo entre todo esto que ha atraído mi atención, un olor muy particular, sé que hay muchos Omegas entre el Clan que derrotamos, pero sólo uno me llamó la atención por su aroma, aún no sabía quién es, pero pronto lo averiguaría, era un aroma intoxicante, dulce, exquisito. Simplemente único.
Cuando tomé el control de este territorio dejamos Betas y Omegas vivos, en la cárcel, pero siguen vivos, serán nuestros esclavos, a los Alfas los matamos desde la primera semana.
Hoy estoy con los Omegas, no siento el olor que me había atraído hace poco, eso de cierta forma me molestaba.
Comenzamos a separarlos, necesitaría un esclavo personal así que escogería uno de ellos, sólo para demostrarle lo bajo que debían caer para seguir vivos.
Me encantaba la sensación de poder que tenía luego de una gran batalla, era simplemente único.
Estábamos a la mitad cuando un niño comenzó a llorar, había un chico tratando calmarlo, pero algo que odio es oír llantos por lo que me acerqué y cuando iba a golpear al mocoso para que se callara, el chico se interpuso entre mi puño y el mocoso.
"Veo que tienes agallas" le dije con tono amenazante.
"Y tú falta de tacto, es un niño" me respondió. ¿Me acaba de responder?
"Llévenlo a mi espacio" ordené a uno de los guardias que tenía, cuando terminé el trabajo ahí me fui directamente a mi habitación donde tendrían a ese chico amarrado; entre y lo que vi me sorprendió, él estaba sentado en la cama y mi guardia en el piso, inconsciente.
"¿Cómo hiciste eso? No tienes técnicas de combate, eres un Omega"
"Te sorprenderá lo que puedo hacer" me volvió a responder.
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Cuando le respondí había mordido mi labio inferior, lo cual hacía siempre que estaba enojado o nervioso, estaba sintiendo las dos cosas, enojo por lo de John, el niño, y nervios porque estaba frente al líder del Clan que masacró al mío.
Bien mi padre era un hijo de puta despreciable, bueno eso sólo conmigo, pero éramos un Clan pacífico hasta que llegaron ellos.No hablaré de mi padre y su profundo odio hacía mí por mi condición de Omega y no Alfa como él quería pero ni modo, así nací.
Permanecí sentado en esa cama, no iba a demostrarle debilidad a ese Alfa, nunca lo he hecho, no voy a empezar ahora.
"Deberías cuidar tu espalda, sirviente"
"Y tú tu espalda" él estaba cada vez más enojado conmigo, bien, si me va a matar que lo haga porque mi vida ha sido un asco hasta ahora, mataron a mi mejor amigo frente a mis narices y no pude hacer nada, hoy el asesino de Rhodey está frente a mis ojos.
No hace falta decir que el muy imbécil me golpeó, de hecho, siento que mi cabeza da vueltas, fue un golpe duro, me dolió, pero por favor, mi padre me pagaba más fuerte aún.
Después de decir un montón de amenazas, que por cierto ignoré lo cual lo hizo enojar más aún, me dijo que sería su sirviente exclusivo a causa de mi arrogancia y que si hacía algo mal, bien ese golpe que me había dado no sería nada en comparación a lo que me iba a hacer.
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Si bien este tiempo ha sido todo menos fácil quiero decir que el "Capitán" quiero decir el imbécil que manda, se cree irresistible, he aguantado por dos meses sus incontables citas, con las putas con las que sale, manejado sus problemas cuando las mismas quieren algo más, me encargo de ser su puto gato.
Pero eso no es lo que más me molesta, sino que cuando vio que me podía escabullir y de cierta forma defenderme me amenazó con matar a John y a todos los sobrevivientes de la Guerra, apuesto que si tuviera el corazón frío como mi padre ya me hubiera largado de aquí pero no puedo.
Le respondo al Capitán, de eso casi todo el edificio se ha dado cuenta, lo cual me ha atraído muchos problemas, ya saben por eso de que el Alfa es la ley y que desafiar sus órdenes es el peor de los pecados; hace tres días me castigó el muy maldito y aún me arde la espalda un poco
Lo que me preocupaba en este momento no era ese imbécil sino que ya viene el tercer mes, pronto volveré a entrar en celo, es una chinga estar en celo, es molesto porque básicamente mis ganas de tener sexo me provocan fiebre puesto que aún no me he casado y la abstinencia es de lo peor, lamentablemente soy fiel a mi cultura y soy un maldito virgen por culpa de eso.
Esta noche, y lo sé, entraré en celo, lo peor de todo es que duermo en el mismo cuarto que el idiota de Steve Rogers y ese tipo piensa con la cabeza de abajo.
Bien, supongo que no vendrá hoy en el mejor de los casos y que irá con una cualquiera, eso sería perfecto.
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Regresé muy tarde a mi habitación, estaba totalmente sobrio porque la tipa con la que iba a tener sexo se la pasó de mojigata y al final me aburrí de ella por lo que salí a caminar un rato.
Estaba pensando en muchas cosas, pero todas me llevaban a una; mi sirviente.A pesar de su actitud rebelde que he intentado eliminar, y hasta la fecha no lo logro, todo en él se me hace interesante. Sus conocimientos, su forma de pelear, su forma de ser sigiloso, la forma en la que habla con otros, la forma en la que me habla a mí.
Me odia, y no me importa, pero últimamente lo he visto más activo que nunca ¿estará pensando en irse nuevamente? ¿Y si ya no le importan los sobrevivientes y decide irse? ¿Debería encadenarlo a mí para que no se vaya? Han sido tantas cosas en mi mente que ya no sé qué hacer, he salido más de lo normal y ya no puedo más, esa actitud que tiene mi sirviente de cierto modo me prende, me excita, me calienta a niveles que nadie ha podido ponerme sin esfuerzo alguno. Y sé que soy totalmente rechazado por mi sirviente cuyo nombre aún desconozco.
En fin, entré a mi habitación y el aroma dulce que había percibido meses atrás inundó mis fosas nasales. Era él.
Me acerqué a él y con cada paso que daba me sentía cada vez más mareado del éxtasis que estaba sintiendo.
Me puse a la altura de su cuello y lamí.
Mi sirviente despertó al instante.
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Solo esperemos la parte dos
Este fics va dedicado a @mary-29
Hasta aquí la parte 1, ya tengo sueño Zzzz...