¿Por Qué Estás Aquí? // [Jainico]

Capítulo 1

Oscuridad. Ese fue mi primer pensamiento.

Desperté y no sabía que estaba despierto, fue una sensación sumamente extraña.

Estaba tirado en el suelo. Traté de levantarme apoyándome en uno de mis codos y sentí una gran descarga de adrenalina que viajó a una velocidad extraordinaria a través de mi cuerpo. La sentía recorrer cada vena, cada capilar de mi cuerpo. Mi vista empezó a desenfocarse y enfocarse en repetidas ocasiones provocando que me desorientara más de lo que ya estaba, pero aún así miraba en todas las direcciones posibles de una forma desesperada para buscar algo, algo que me indicara donde estoy, pero no había nada.

Literalmente nada.

El horizonte era una oscura nada. No tenía fin, no importaba hacia dónde miraras.

Esto me sobresaltó de sobremanera y me paré por inercia. Sentía como mi pulso estaba frenético y llegué a pensar que probablemente mi corazón latiese tan fuerte que me rompería mis costillas para después salir a dar una vuelta por ahí. Para cerciorarme de que ese estúpido pensamiento era imposible que pasara puse mi mano en mi pecho para relajarme, pero peor fue mi sorpresa que tocar esa zona porque no sentí nada.

-¿Qué wea?...-

Toqué mi cuello y mis muñecas, pero nada.

Ignorando esto, tomé más atención a otro de mis problemas.

Tomando en cuenta de que estaba todo totalmente oscuro, me di cuenta que había un débil resplandor de color azul que provenía por encima de mi cabeza e iluminaba gran parte de mi cuerpo y un poco de mí alrededor. Levante mi mirada lentamente para poder mirar más claramente, pero no vi nada, aunque esa luminosidad de llamativo color seguía ahí. Volví a hacerlo más rápido y alcancé a ver la punta de lo que parecía ser la una especie de llama, fuego de color azulado. Aunque me asusté, no fue tanto como cuando me di cuenta que estaba en medio de la nada. Pasé mi mano por encima de mi cabeza por si me quemaba pero...

No sentí que me quemaba, pero sentí que mi cabeza iba a punto de estallar y todo mi cuerpo se aturdió haciendo que me volviera a caer en el suelo.

Al tocar la llama, vino a mi mente un nombre.

"Nicolás"

Nicolás... Nicolás...

Frotaba mis sienes tratando de recordar, forzando a mi memoria a darme algún indicio. Y después de un rato se me encendió la ampolleta.

-¡Nicolás soy yo po'!- Grité más fuerte que la conchetumare.

En mi cabeza estaba la cagá. No dejaba de hacerme preguntas que probablemente nunca obtenga las respuestas: ¿Dónde chucha estoy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué está pasándome? ¿Por qué tengo fuego que no quema encima de mi cabeza (sólo me deja casi inconsciente cuando lo toco)? ¿Por qué no recuerdo nada de mí, exceptuando mi nombre? ¿Por qué no siento los latidos de mi corazón?

Empecé a caminar un rato reflexionando y analizando lo que estoy viviendo.

-A ver Nicolás...- Mi nombre se me hacia tan raro, tan desconocido que al pronunciarlo dejaba un gusto amargo en mi boca- ...pensemos un poquito, no es tan difícil.

Pero al no tener nada en tu cerebro, se vuelve difícil.

-"Bueno, partamos por el hecho de que tu corazón no late. Usemos la lógica" - Mi conciencia empezó a ayudarme con la situación. Deprimente- "¿Qué sucede cuando los corazones no laten?"

-Pues...- susurré esto- deberían latir, si no laten es porque uno está...-

Abrí los ojos como platos.

-Estoy... Estoy...- Seguía susurrando. Era imposible.

Mi conciencia me afirmaba moviendo una cabeza que acabo de recrear.

-¡ESTOY MUERTO!-

No, no, no. Me negaba a aceptarlo. No puede ser. Esto no puede estar pasándome.

Tenía miedo. Tanto que me arrodillé lentamente en el piso, abrazando mis piernas en posición fetal. Sentía como algunas lágrimas empezaron a fluir por mis mejillas. Lo más terrible es que no recuerdo si alguna vez tuve familia, amigos, personas que me extrañan. Personas que alguna vez me quisieron.

Me sentía terriblemente solo.

Después de este pensamiento empezó a hacer presencia otro resplandor de un color entre rojizo y anaranjado, aunque este era mucho más potente que el destello azulado del fuego que estaba en mi cabeza. Tal como debía ser el fuego.

Levanté unos centímetros mi cabeza para poder ver qué provocaba esa claridad, aunque sólo me aterré.

Frente a mí se hallaba un ser (por decirlo de alguna manera) que tenía desde la cintura para arriba cuerpo de humano. Su cara era más o menos rellenita además de barbona. Algo que me sorprendió era que usaba lentes. Sus orejas no eran normales, eran alargadas. Parecían orejas de elfo. (Es irónico que pueda recordar seres mitológicos pero no puedo recordar nada de mi vida). Tenía el pelo algo largo y del cual asomaban unos cuernos. Tenía atado al cuello una capa de color medio café que arrastraba por el suelo. Y de la cintura para abajo cuerpo de... cabra.

¡TENÍA PATAS DE CABRA! Sus piernas eran peludas (su pelaje hacía notar que era áspero y que estaba maltratado), aparte de que tenía pezuñas. En la intersección entre la piel de humano y el pelaje de cabra tenía atado con una cuerda visiblemente desgastada una pequeña bolsa de tela (igual de desgastada que la cuerda) con harto peso dentro de ella. También tiene cola...

¿POR QUÉ ESTO ES TAAAAAAAAAN RARO?

-Hola- Por fin el susodicho habló- Me llamó Edgar. Seré tu ducit hacia tu destino por el módico precio de una moneda de oro.- Se detuvo de hablar para mirarme fijamente a los ojos- Si no quieres te aviso que no hay forma de encontrar la salida sin una luz y te quedarás en el limbo para siempre- así que efectivamente estoy muerto- ¿Cuál será tu decisión?

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UHHHHHHHHHH!

Y apareció el Edgar :3

¿Cómo están? Yo muy bien. Estoy como a punto de matarme porque el lunes entro a clases :c Y cuando entre a clases me demoraré en subir capítulos TnT

¿Saben quién debería estar leyendo el libro del colegio porque tiene la prueba el día que entra? Acertaron! Yo.

Anyway... Espero que les vaya gustando el fic hasta el momento. Ando un poco inspirada y por eso estoy subiendo tan seguido.

Sin nada más que decir, Andy fuera 💙