El tiempo vuela...

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En una noche de verano, alertada por unos disparos, Alyne sale de su casa. Ve un coche saliendo de la casa contigua a la suya y corre sin dudar adentro de su casa para llamar al 112.

-Hola, buenas noches, esta usted llamando al...

- He oído disparos - dice interrumpiendo.

- ¿Dónde ha sido eso?

- En lo alto del monte de la ciudad, a unos 30 o 40 km, pero la carretera es difícil...

- Ya he avisado a la policía, pero dadas las circunstancias, no creo que vayan a llegar muy pronto...

- Y si voy yo... Escuche, los sospechosos han tenido que ir a borrar huellas y a lo mejor me da tiempo de ver u oír algo - dijo intentando ayudar.

- Está bien, pero ándese con cuidado, por lo que me cuenta no creo que sean muy amigables.

- Entendido.

Alyne llega a la escena del crimen, pero no hay cadáver, sí hay sospechosa.

- Haz el favor y siéntate en la silla - dijo la sospechosa que apareció de la nada.

- No te tengo ni un grano de pienso de miedo.

- ¿Ni un grano de pienso? Pero tú de dónde eres... - se burló la presunta asesina.

- Del monte, nunca he bajado a la ciudad.

- Muy bien hagámoslo rápido - saca una pistola - ¿dónde quieres que te deje después de dispararte?

- Eso mismo fue lo que hiciste con el otro cadáver, ¿verdad? - desafía con mucha valentía, teniendo en cuenta que la estaban apuntando.

- Mira, no te he preguntado nada sobre eso, limítate a responder a lo que sí te he preguntado.

- Déjame delante de la policía si te atreves.

- En 5 segundos te voy a disparar dime ya donde te dejo si no quieres que lo decida yo - dijo mientras cargaba la pistola.

- Delante de mi casa, es la de ahí enfrente - contestó después de escupirle un chicle.

- Vale, que te diviertas en el otro mundo.

Alyne, la chica de pueblo, se despierta en hospital secreto de la ciudad. El tiro no fue letal puesto que la policía llegó a tiempo y la forense que acompañaba a la policía le hizo un masaje cardíaco que le salvó la vida. No obstante permaneció 4 meses en coma, pero hoy despertó y esta completamente recuperada, sin ninguna secuela. Amanda, trabajadora del programa de protección de testigo, entra en la habitación.

- ¿Hola? ¿Dónde estoy?

- Estás en una habitación de un hospital secreto.

- ¿Esto? ¿Esto es la habitación de un hospital? ¿Me han disparado y no estoy conectada a ningún aparato?

- Hace cuatro meses que te dispararon, ya te vamos a dar el alta, por eso estás aquí en esta habitación, no sé si lo recuerdas, pero ayer ya te despertaste y por eso decidieron darte el alta, pero tú dijiste que querías pasar aquí la noche. Iba a entrar un paciente y debías desocupar la cama, por eso estás aquí.

- ¿Y por qué un hospital "secreto"?

- Sabemos que han asesinado a alguien y tenemos muchos indicios para pensar que fue la misma persona que te disparó a ti, así que vas a entrar en el programa de protección de testigos.

- Supongo que vale, pero, ¿seguro que estoy viva, esto no es el más allá ni nada?

- Te aseguro que no, donde te dejaron te encontró la policía y aun tenías pulso, la forense que los acompañaba te hizo un masaje cardíaco hasta que llegasteis al hospital. Una vez allí te operaron de urgencia con éxito, pero permaneciste cuatro meses en coma, hasta ayer.

- Bueno... ¿Y cuando tengo que declarar?

- Me alegra que lo preguntes, nos vamos ya mismo.

En la comisaría Alyne hace el retrato robot y se lo enseña Amanda, que se queda muy sorprendida.

- Mira, esta es la que me disparó - dijo enseñándole el retrato robot.

- No, no puede ser - se sobresaltó Amanda.

- ¿Qué pasa?

- Es policía, y trabaja aquí en esta comisaría, de hecho es la jefa.

- Te juro que fue ella.

- Mira ahí viene, ahora cállate luego me sigues contando.

- Hola, buenos días, soy la jefa de la comisaría, mi nombre es Mireia, me alegro mucho de que se haya recuperado tan bien, ¿ha hecho ya el retrato robot?

- No lo ha hecho - dijo Amanda mientras escondía el papel.

- En realidad sí y me ha salido igualita a ti, y sabes por qué, porque fuiste tú - afirmó Alyne muy enfadada.

- En ese dato creo que se equivoca, pero venga a la sala de interrogatorios y cuéntenos todo lo que sabe - dijo Mireia sin alterarse.

- Lo haré.

Entran en la sala de interrogatorios Mireia y Carmen, las dos policías más importantes de la comisaría 5.

- Fuiste tú - dice Alyne dirigiéndose a Mireia, que frunce el ceño, como si no fuese con ella - si tú la cabeza de gallina y patas de vaca, tanto sufrimiento y todo por tu culpa.

- ¿De qué habla? - pregunta Carmen, la otra policía.

- Ni idea.

- Ya, ni idea lo dices ahora, asesina.

- ¡Basta! Mire, a lo mejor fue muy pronto para hacer el interrogatorio, viste mi cara y la relacionaste con eso, no te preocupes. Dejamos el interrogatorio para dentro de unos meses - decidió Mireia un poco enfadada.

- Lo recuerdo todo muy bien, no me intentes confundir.

- Abandone ya la sala.

Alyne sale por la puerta, dedicándole una fría mirada a la jefa de la comisaría.

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2016 ⏰

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