Un amor nacido del dolor (FreddyxMangle) #FNAFHS

Capítulo único (FreddyxMangle)

Lo estoy viendo venir, la gente va a volverse loca y me va a detestar por esto...¡pero es solo un experimento!
No quiero que nadie se sienta ofendido, no hago esto con intención de faltarle el respeto a nadie ni a sus shipps.
Esta no es la primera historia que escribo, pero es la primera que publico en wattpat y sobre FNAFHS, así que esto es nuevo para mí.
Bueno, mejor dejo de molestar y pasamos directamente a la historia. Por cierto, creo que me ha quedado un poquitín larga, así que espero que estéis en un sitio cómodo.

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Narra Mangle

Aquí estoy de nuevo, en la maldita consulta del psiquiatra. Ni Springtrap ni Foxy, ni mucho menos Joy o Bon, tienen idea de que vengo aquí todos los jueves. Joy y Bon piensan que estoy con Springtrap y Rojo, mientras que ellos piensan que estoy ensayando con mi grupo.
¿Por qué no saben nada? Es bastante simple de responder, aunque al mismo tiempo es complicado. Mis padres murieron en un incendio y yo perdí mi ojo izquierdo, pero, lo que nadie sabe es como se inició el incendio y como ocurrió lo de mi ojo. Nadie sabe que yo estaba ahí cuando empezó.
Me estremecí, no era algo que quisiera recordar en este momento. Ya tengo suficiente reviviendolo en mis pesadillas como para quererlo recordar.

-Señorita Mangle, es su turno.- Me levante y entre al interior de la consulta.

Narración normal

Mangle entró en la pequeña, pero acogedora consulta. La psiquiatra la miraba de forma amable, esperando a que la adolescente se acomodara en la silla.

-¿Qué tal te ha ido la semana, Mangle?- La mujer habló de forma suave. -¿Has dormido bien estos días?-

Mangle bajó la cabeza, mientras negaba lentamente.
-Las pesadillas han vuelto.- Respondió la joven peliblanca. -Cada vez son peores. Es como si volviera a estar allí, hasta puedo oler el humo, sentir el calor del fuego... y escuchar los gritos de mi madre-. Mangle se abrazó a si misma, se estremecía de solo recordarlo.

La mujer negó con la cabeza. -Entonces las pastillas han dejado de hacer efecto... otra vez.- Mangle asintió con la cabeza, sin decir nada.

La mujer suspiró y se llevó los dedos a las sienes. -La terapia no ha funcionado, tampoco lo hacen las pastillas. Tu caso se me está haciendo realmente complicado, Mangle.- La adolescente de ojos amarillos levantó la mirada por primera vez en toda la sesión.

-¿Tan mal estoy?- Preguntó la peliblanca, con un hilo de voz.

-Voy a ser sincera contigo, Mangle.- Las miradas de ambas se cruzaron. -Tan solo me he enfrentado a un caso igual de difícil que el tuyo, y ciertamente esto se puede poner muy mal para ti.- La mujer hizo una pequeña pausa antes de continuar. -No podemos seguir aumentando las dosis de medicina como si nada, pero si no duermes tu organismo y tu salud se verán seriamente dañados. Esto no puede seguir así.-

-No se que quiere que le haga yo.- Respondió Mangle, con un tono de preocupación.

-Podrías contarme todo lo que paso. Y cuando digo todo me refiero a todo.- La mirada de Mangle se ensombreció. La mujer continuó hablando. -Aunque se que la idea de hacerlo no te agrada especialmente...-

-No lo haré.- Respondió Mangle, tajante.

La mujer suspiró de nuevo. -Está bien, no puedo obligarte ha hacerlo. Soy tu psicóloga, no tu tutora legal. Haz lo que quieras, Mangle.-

La peliblanca continuó respondiendo el resto de las preguntas que le hizo la mujer hasta que su sesión finalizó.

-Muy bien, Mangle. Nos veremos la semana que viene.-