Palabras confusas dentro de mi

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Mi tranquilidad era otra como sí dentro de mi supiera que ella llegaría a buscarme y llevarme a esa silla que ponía frente del escritorio para verla como si fuese algo céntrico, no puedo susurre y sobre esa misma acción llegó ella diciendo mi nombre como si fuese mi amiga, el sólo hecho de estar a su lado me asia que mis propios pensamientos fuesen un lugar hermoso y tranquilo. Te odio me decía a mí misma y por el otro lado respondía yo como me vas a odiar yo sólo soy tú subconsciente al que dejas hablar sólo porque sí abres tú boca real el desastre sería inevitable tú lo sabes, yo me respondía sí creo que eso era lo único que tenía seguro. Ella me observaba como intentando entender y queriendo llegar a esa Puta sala donde emocionalmente yo moría poco a poco como la gota de agua que cae por el grifo.

Llegamos a la sala ella preguntaba y preguntaba y yo sólo respondía tengo mi mente llena de pensamientos, dije mirando al techo y luego la ventana de esa habitación que me sofocaba lentamente, me llevaba a tener constantes suspiros que odiaba y que llevaban a que ella preguntara incesantemente una y otra y otra vez ¿te sientes ahogada? ¿Cuantas veces al día suspiras?... Putas preguntas me despojaban más y más en un abismo profundo.

Al salir de la habitación tomé mi pasó y empecé a correr como sí el mañana fuese hoy, sólo descanse en la esquina en la que mire para ver sí me seguía. Llegue a donde me encontraba antes de la puta sala, las putas preguntas, la puta señora, y esas cosas que sólo hacían que decaiga más y más. Tengo miedo dije al entrar de nuevo en mis pensamientos, porque me respondía yo sola. Porque no mirar así delante y ponerme esa máscara de todo los días con la que todo el mundo me conocía excepto yo, tenía tanto miedo, a quién engaño lo sigo teniendo o quizás es frustración o quizás preocupación en realidad sólo tengo un millón de palabras confusas dentro de mí que no se pueden ordenar por sólo hecho de que tengo que enfrentar mi propia realidad.

Mi propia realidad... Mi propia realidad... Mi propia realidad sólo se escuchaba en mi cabeza y me fui arrollando como un rollo de canela sobre mi cama, hasta que desate en un mar de lágrimas que cuanto más pensaba, más se intensifica.

Palabras confusas dentro de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora