Capítulo 1
Si la anorexia no me mata, talvez el tiempo lo hará.
Me llamo Olivia, tengo 21años y soy anorexica. Estoy en un maldito lugar encerrada esperando para recuperarme.
Quiero salir de aquí.
Muchas de las otras chicas como yo sólo comen para largarse de aquí. Yo como para recuperarme, no para salir.
Cuando era niña, era una obesa, o eso creía yo. Las demás niñas eran muy livianas y sus huesos estaban bastante marcados. A esa edad yo tenía siete años, media 1.40 y pesaba 35 kilos. Muchos pensaría que esos son las medidas ideales y debería pesar más, pero no es así.
En ese tiempo, mi mejor amiga llamada Claire, pesaba 27 kilos y medía casi lo mismo que yo. Siempre quise ser como ella, delgada, pelirroja de ojos verdes. Pero no, mi cabello no era es mi será como el de ella, mi cabello es negro y mis ojos son azules como los de mi padre. Ella siempre me decía apodos o me hacia sentir inferior, pero aún así la consideraba mi amiga, mi única amiga.
A la edad de doce años subí de peso, pesaba 49 kilos y media 1.64. Aún así me sentía gorda. Como siempre, Claire pesaba ta sólo 36 kilos y media 1.58, la admiraba tanto. ¿Cómo ella podía ser tan delgada y bonita y yo tan gorda y fea?
En eso, decidí pesar tan sólo 30 kilos. Algo demasiado peligroso si tenía mi edad y estatura. Recuerdo muy bien lo que me había dicho Claire para verme más bonita y delgada.
"Mete tus dedos por la garganta y serás feliz"
Eso hize, al principio me sentía mal pero con el tiempo llegue a ser igual de delgada que ella. Mis padres empezaron a preocuparse y me daban más comida cada vez. Yo la comía sin ningún problema sabiendo que saldría de mi cuerpo después de comer.
Era feliz, era.
A la edad de 16 años pesaba 39 kilos y media 1.73. Era alta delgada y bonita.
Era bonita.
Media cada caloría que entraba por mi cuerpo y desde eso ya no tuve que vomitar nunca más. Deje de vomitar y cuidaba cada cosa que comía. Habían veces en las que sólo comida una barra de fibra y era demasiado
Nunca.
Mis padres llegaron a un punto donde ya no podían verme así de delgada y me llevaron al doctor.
Me dieron la noticia de que tenía anorexia.
Hable con Claire ese mismo día diciéndole que estaba enferma. Ella me decía que sólo lo hacían para preocuparnos y que no les hiciera caso. Como siempre, yo sólo obedecía a Claire.
Cuando llego el día de nuestra graduación yo no tenía pareja. Claro, quién quisiera estar con una gorda como yo. O más bien enferma.
A la edad de 19 años media casi lo mismo pero unos centímetros más. Para ser exactos media 1.77 y tan sólo pesaba 42 kilos.
Esto lo recuerdo claramente como si hubiese sido ayer. Un día Claire me llamo para ir a su casa, íbamos a hacer el maratón de comida. Eso era un estúpido, muy estúpido juego que ella había inventado. Consistía en comer sólo 25 calorías y agua por tres días.
Eso era divertido, era
Al tercer día llame a Claire para decirle que sólo había comido 20. Estaría orgullosa de mi.
Cuando empeze a llamar, había tardado en responder hasta que su madre en llantos me contestó
—Hola, ¿Está Claire?
Podía escuchar a su madre llorar y empeze a preocuparme. Iba a decir algo hasta que ella interrumpió.
—No querida, Claire no está
—Oh, bueno podría decirle que llame cuando regrese, es que tengo algo importante que decirle
Su madre empezó a llorar más fuerte hasta que comenzó a calmarse para hablarme.
—Está muerta, murió por culpa de la anorexia—Escuche a su madre llorar más fuerte aún y continuo hablándome—No cometas los mismos errores que ella
Su madre colgó y no podía sacarme eso de la cabeza.
"Esta muerta"
"No cometas los mismos errores que ella"
Y lo peor
"Murió por culpa de la anorexia"
Después de esa llamada fui corriendo a los brazos de mi madre pidiéndole perdón por todo. Ella sólo me abrazaba y trataba de calmarme, ella sabía lo que me pasaba. Ella supo todo este tiempo que tenía anorexia y que podía recuperarme. Pero no lo hize, le fallé, también a mi padre y a Charlotte, mi hermanita menor. Al día siguiente me enviaron aquí, a recuperarme antes de que muriera como lo hizo Claire.
Cometí un error, ahora tengo que arreglarlo.
El primer día nos dieron un plato de sopa. Odiaba la sopa, odiaba sus verduras y el pollo que sólo eran calorías para mi cuerpo, para mi las calorías eran lo peor. Ellas llegaron a un punto en el que me aterraba comer un simple sándwich con muchas calorías en el. Pero yo sabía que tenía que comerme ese tonto plato de sopa. Cuando me lleve la primera cucharada, sentía la comida caer por mi estómago, era como comer agujas. Se sentía como si fuera a explotar, y yo sólo pensaba en las calorías Que me llevaba a la boca.
Aquí, sólo éramos un grupo de chicas, hasta que llego un chico como yo, como todas nosotras, como miles de personas enfermas de anorexia como yo y también como el.
Su nombre es Isaac, mide 1.83 y pesa 53 kilos.
//también tengo otra historia y la actualizo cada fin de semana pero no he tenido tiempo. Esta la actualizare entre semana;). Si tienen dudas déjenme un comentario//