la hija del pesar

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Sobria, marina, indecisa.

De hecho, estoy ebria de desperdicios.

Impalpable de manos santas

y sucia de reflexiones.

Así, el viejo roble miedo tiene,

de ver sus verdes hojas caer otra vez,

Por mi tacto.

Delirios y adversidades

crecen como ramas, al encaje.

Raspado su tronco de los aullares de mis pesares.

Sonámbulo sus ojos por ver mis desagües.

Entinta, ¡Destila!

"Piérdete como aquella vez, pequeña"

Me susurró.

"Piérdete de la misma manera como en la que te encontré... Llorando en risa "

Amando versos hasta la muerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora