Untiled 3

Prólogo

Aquel rubio, como había estado viviendo la mayor parte de su vida encerrado en aquel lugar, el único medio de comunicación que tenía era su computadora, y las ganas de pasar tiempo con alguien. Que no sienta dolor, no significaba que no pudiese tener emociones. Su ingenio y aburrimiento, tomaron control haciendo que comenzara a teclear en el aparato «Páginas de citas.» Para su no grata sorpresa en su mayoría eran sitios para tener un encuentro "casual," lo que él no buscaba. 

Él sólo quería sentirse acompañado. Quería tener la compañía de alguien con quien pasar su vida.

Hizo un segundo intento «Páginas para conocer gente.» El resultado fue el mismo que el anterior. Su ingenio no era demasiado en ese aspecto. Era más inteligente a la hora de hackear algún programa, página web, empresa, compañía, etc. Pues de ello trabajaba. Esa era la razón de no salir de su "cueva." Tercer intento, este iba a ser el último, por lo que se decidió en ser un tanto más específico en lo que quería; con agilidad sus dedos comenzaron a teclear mostrando en el monitor «Página para hacer amigos.» Las búsquedas finalmente fueron los resultados deseados. Se registró de manera fácil y gratuita -como en todos los sitios- citas en línea.

Estaba conforme con el perfil que había creado el rubio. Tenía toque de misterio; su personalidad así era. También aquel toque frío que sus ojos reflejaban. El chico perfecto para muchos, por lo que en cuestión de un par de horas muchos chicos le habían enviado una solicitud de amistad o un simple mensaje. Respondió cada uno y acepto cada solicitud de amistad con tal de no parecer un descortés; ser frío no significaba que tuviese modales. Aunque tampoco tenía razón para ignorar y rechazar, para eso se había registrado en ese sitio ¿no?

Lo único que no se había percatado del sitio de internet, es que era un lugar de citas para chicos. Por lo que cada simple chico que le había mandado mensajes y demás cosas buscaba ligárselo.