1 de Julio, 2018
Los recuerdos de aquel fatídico día, fueron los que me despertaron esa mañana de lluvia. Nunca podría olvidar los acontecimientos de hace dos años, ni siquiera podía seguir con mi vida normal gracias a eso. Muchas personas me habían intentado ayudar, pero simplemente no podía avanzar; ¿cómo podría hacerlo? Mis sueños se habían derrumbado y tres de las personas más importantes en mi vida habían enfrentado un cruel destino. Simplemente ya no poseía camino a seguir.
Levantándome de la cama, camine hacía el balcón mirando la oscuridad del cielo provocado por el gran temporal que se manifestaba fuera de mi departamento. Era extraño como el clima parecía estar en sintonía con mis sentimientos, pero no tenía quejas, después de todo, siempre voy a preferir estos días que los soleados.
━Ya han pasado dos años desde que te perdí my lady. ¿Habrás perdonado a este gato que no supo protegerte?
Mi garganta estaba seca, todo lo contrario, a mis ojos que ya comenzaban a llenarse de lágrimas con el solo recuerdo de su cuerpo lleno de sangre sobre mis brazos. Ese día, ella no fue la única en irse, pues mi felicidad la acompaño.
"━¿Quieres arreglar el pasado?"
Abriendo mis ojos, los cuales no recordaba haber cerrado, me encontré frente a una gran puerta de color blanco. No entendía como había llegado hasta ese lugar. ¿Qué estaba sucediendo?
"━¿Deseas arreglar el pasado?"
Una conocida voz se repetía en su mente una y otra vez, mientras miles de mariposas de color blanco comenzaban a salir de la puerta. No pude evitar sonreír, la primera sonrisa después de tantos años.
-Es lo que más deseo en esta vida.
La verdad es lo único que digo al atravesar la puerta con los ojos cerrados, dejando solo el eco de un "gracias" en aquella habitación; mientras en mi mente y corazón, solo podía desear recuperar todo lo que había perdido.
━Aquí voy, Marinette Dupain.
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La última esperanza. [Proximamente]
FanfictionMy lady, cuando te conocí, quedé prendado de ti. Mi princesa, aun sin saber la verdad, tu supiste ganarte mi corazón. Ambas, eran solo una y a pasos gigantes se adueñaron de todo mi ser; pero, aun así, no logré protegerlos. Sin ustedes, la...