Lo que escribo cuando estoy rota

No eras tú, no era yo

No eras tú, no era yo.

Eran los centímetros que separaban tus labios de los míos.

No eras tú, no era yo.

Eran los minutos que marchaban lentos cuando estábamos unidos.

No eras tú, no era yo.

Era el silencio que reinaba entre los dos.

No eras tú, no era yo.

Eran tus ojos fijos en los míos.

No eras tú, no era yo.

Eran tus brazos sosteniéndome mientras inhalaba tu olor.

No eras tú, no era yo.

Eran las palabras grabadas en un pedazo de cartón.

No eras tú, no era yo.

Eran las ganas de tenerte cerca e impedir un "adiós."

No eras tú, no era yo.

Eran las risas que sanaban mi dolor.

No eras tú, no era yo.

Eran las veces que me hacías soñar con ese beso que nunca ocurrió.

No eras tú, no era yo.

Eran las veces que entendiste mi  mal humor.

No eras tú, no era yo.

Eran los violentos latidos de mi corazón.

No eras tú, no era yo.

Era sentirte cerca cuando no te hallabas a mi alrededor.

No eras tú, no era yo.

Eran las conversaciones sin sentido que me hacían olvidar el exterior.

No eras tú, no era yo.

Eran las veces que intente negar este  descabellado amor.

No eras tú, no era yo.

Eran las veces que me escribías con emoción.

No eras tú, no era yo.

Era ese "Hola" que llegó sin aviso.

No eras tú, no era yo.

Era lo diferente que eran las cosas contigo.

No eras tú, no era yo.

Era lo difícil que se te hacía asumir que eras mi amigo.

No eras tú, no era yo.

Era esa maldita ilusión de estar alguna vez contigo.

No eras tú, no era yo.

Era lo increíble que volaba tu imaginación.

No eras tú, no era yo.

Eran los te quiero más sinceros que hacían saltar mi corazón.

No eras tú, no era yo.

Eran tus historias y anécdotas que escuchaba con atención.

No eras tú, no era yo.

Era lo difícil que fue hallar alguien como tú.

No eras tú, no era yo.

Era esta historia de amor que nunca empezó.