5. Huida a la Discoteca

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John Gretsch se levantó a las nueve de la mañana. No oía nada, su casa permanecía callada. La cocina estaba silenciosa bajo su habitación, ni la tele ni la radio se oían. Giró la cabeza y vio a su hermano Peter durmiendo plácidamente en la cama de al lado, oyó los ronquidos de su padre procedentes de su habitación, y si él no se había levantado su madre tampoco lo habría hecho. John se levantó de la cama sin hacer ruido, metió sus desnudos pies en las zapatillas de pelo gris que usaba cuando estaba en casa, y caminó hasta la puerta de su habitación. La abrió y caminó por el pasillo silenciosamente hasta una puerta de la que colgaba un cartel que decía con letras rosas "durmiendo, ni se te ocurra pasar". Su hermana de diez años, Jane Gretsch, seguía durmiendo. Después se acercó a la habitación cerrada de su hermano mayor Ryan, y vio a través de la rejilla que dejaba la puerta contra el suelo un rayo de luz. Abrió la puerta y entró silenciosamente, pero el dormitorio estaba vacío: la ventana cerrada, las persianas subidas, los libros de historia de Irlanda apilados uno encima de otro en la mesa de estudio que tenía junto a la ventana, la cama hecha... Entonces John se detuvo y se fijó en la cama. Estaba hecha. ¡Hecha! ¡Era imposible que su hermano hubiera dormido allí esa noche, Ryan no había hecho la cama en su vida! Su madre solía entrar enfadada cada semana para hacerle la cama (ya que Ryan dejaría la cama deshecha toda la eternidad), y Ryan se limitaba a darle las gracias y a darle un beso. Eso cabreaba a John mucho, ya que él había estado obligado a hacerse la cama todos los días de la semana durante toda su vida en aquella casa. No entendía por qué esa norma no era cumplida por su hermano mayor y no había consecuencias que cayeran sobre él, pero así había sido toda la vida y así seguiría siendo siempre que Ryan los visitase los fines de semana.

Pero ahora la cama estaba hecha. Eso sólo podía significar tres cosas: o que Ryan se hubiera levantado y la hubiera hecho (cosa que era descartable), que su madre se hubiera levantado muy pronto al ver que su hijo se había ido temprano de casa y se la hubiera hecho para volver a meterse después en la cama (cosa todavía más improbable), o que Ryan no hubiera vuelto a casa de la discoteca. John se decantó por la última teoría.

Bajó medio corriendo por las escaleras de la casa y miró en el salón por si su hermano se había quedado dormido en el sofá por la noche en un estado lamentable después de la fiesta que tuvo por su cumpleaños, pero no fue así. Se dirigió a la cocina para ver si había alguien, pero sólo una mosca revoloteaba en la silenciosa cocina. Extrañado, John dio media vuelta y subió de nuevo las escaleras de su casa para regresar a su habitación. Una vez dentro, se acercó a la mesilla de noche que separaba las dos camas (la de su hermano Peter y la suya) y abrió el cajón para coger el móvil. Esperó impaciente a que este se encendiera y una vez en funcionamiento, abrió el Whatsapp para ver si tenía algún mensaje de su hermano mayor que dijera "lo siento, voy a llegar tarde, no me esperéis por la mañana" o "llevu encima in pedo qui flipas, me quedu en casa de Marcusss para nno dar mala impresión a mama u a papa". Pero en su Whatsapp no había nada, solo treinta y cinco mensajes de un grupo que se creó cuando fue de campamentos a Oxford dos años atrás. Siempre que Ryan llegaba tarde a casa se lo decía a él, a John, ya que pensaba que si se lo decía a su padre o a su madre estos se preocuparían por él y no dormirían tranquilos. Así que John dedujo que tampoco habría un mensaje de Ryan en el móvil de sus padres.

John se acercó a su hermano, que seguía durmiendo como un lirón, y le despertó suavemente.

-¿Qué quieres? -bostezó Peter.

-Ryan no ha vuelto de la discoteca. Su cama está hecha, no está durmiendo en el salón y no he recibido ningún Whatsapp. Necesito que me acompañes a la discoteca...

-¿Cómo? Está muy lejos de aquí...

-En coche. Cogeremos el de papá...

ADLER  COOPER  1 : y el Misterio de la Espada DesaparecidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora