En Mi Otra Vida [SL3]

Epílogo

-  Aina Bennet, ¿aceptas a Tobias como tu esposo? ¿Prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida? 

Miré a los ojos de Tobias y asentí, no había ninguna duda de que aceptaba estar unida al hombre al que amaba , con el que había pasado tantas cosas buenas como malas y con el que esperaba compartir más con el paso de los años. 

-  Sí, acepto. 

El cura preguntó a Tobias quien también me miró a los ojos y aceptó sin soltar mis manos y entonces el sacerdote volvió a hablar :

-  Ustedes han declarado su consentimiento ante la Iglesia. Que el Señor en su bondad fortalezca su consentimiento para llenarlos a ambos de bendiciones. Lo que Dios ha unido, el hombre no debe separarlo.

Más tarde llegó la bendición y el intercambio de anillos y, al final de la ceremonia, mi corazón saltó de mi pecho cuando fuimos declarados marido y mujer. 

-  Puede besar a la novia - y, de un segundo a otro, los fuertes brazos de Tobias me rodearon y sus dulces labios cubrieron los míos capturándolos con dulzura. 

Los minutos pasaron pero nosotros seguíamos perdidos en el otro hasta que XiaoYan carraspeó y ambos nos separamos. Miré a mi amigo que ya había aceptado mi relación con Tobias y era consciente de mi verdadera historia y él se limitó a sonreír levantando los pulgares en señal de aprobación. 

Tobias agarró mi mano y pasamos entre los invitados para salir de la iglesia y ser rociados con arroz. Pude sentir como Tobias rozaba mi cuello con su nariz y, cuando lo miré, él me besó con dulzura dejándome sin aliento. 

-  No sabía que era posible encontrar a alguien al que amar tanto como te amo a ti, Aina - susurró en mi oído a la vez que me rodeaba con sus brazos.

-  En mi otra vida fue posible para mí, Tobias, y todo gracias a ti. 

Nuestros familiares y amigos vitorearon cuando él me levantó y me llevó en brazos hasta el coche sin dejar de mirarme, con solo su mirada sabía que nunca dejaría de amarlo, él se había convertido en mi todo y así seguiría por muchos años.