Un día de Abril me desperté y lo primero que ví fue el techo y las paredes iluminadas por los rayos del sol.
Ese día estaba llena de energía como nunca antes lo había estado, ese día era mi cumpleaños número 16.
A los pocos minutos que me levanté, mis padres entraron a cantarme la canción de Feliz Cumpleaños.
Me levanté de mi cama y abrace a mis padres.
A los pocos minutos me empecé a cambiar.
-"¿Que me pondré hoy? Necesito verme más bonita e impresionar a los demas." Pensaba mientras me cambiaba de blusa.
Pasando el tiempo, llegue a mi escuela, me sorprendí tanto porque mis amigos y varios compañeros me hicieron una sorpresa. Había globos y cartitas muy bonitas de felicitaciones.
Mi día iba transcurriendo normal y muy bien.
Hasta que algo inimaginable paso.
Algo que jamás pensé. Un golpe en la vida.
Aquel día se estaba convirtiendo en uno de mis mejores días de mi vida, hasta aquel nefasto momento.
