Había pasado un mes desde aquel susto mortal. Yoongi y yo estábamos más unidos que nunca. He de admitir que las siguientes semanas al incidente, había estado muy pendiente de él, pero poco a poco fui perdiendo el miedo y ahora todo volvía a estar como antes. O bueno, quizás no todo estaba igual...
Los chicos se habían esforzado muchísimo en volver a enseñarme sus increíbles habilidades, tanto ellos, como Dae. Pero, ahora ya no soy un prodigio, eso es imposible para una persona normal, por mucha fuerza de voluntad que tenga.
Era sábado por la mañana, y Yoongi y yo saliéramos a entrenar al famoso parque donde tuvimos nuestra primera lección.
-Yoongi, sólo queda un mes más para el campeonato... ¿Qué haremos?-dije con preocupación desviando mi mirada nerviosa hacia él- No tenemos tiempo, y creo que ya ni ganas, de seguir con estas clases inútiles de intentar volverme prodigio de nuevo...
Este se quedó pensativo.
-Por una parte tienes razón, creo que debemos de aceptar el hecho de que no puedes volver a ser un prodigio... Pero eso no implica que no puedas volverte buena en el deporte.-me sonrió cálidamente- Sólo es cuestión de práctica, confía en mí.
-Ok, lo que tú digas, Yoonginnie.-solté una risita, la cual él acompañó con otras suyas
Tres horas de entrenamiento exhaustivo fueron suficientes para que nos sentáramos en un banco a descansar.
Había mejorado, eso había que admitirlo, pero el campeonato iba a constar de gente muy buena, demasiado para mí. Y encima, estaba la guinda del pastel: más prodigios. Sí, ellos me dijeron que habían más prodigios en otras escuelas, las cuales ibamos a enfrentar en el campeonato.
¿Cómo iba yo a poder superar eso? Era imposible, simplemente.
Min Yoongi y yo seguimos practicando hasta la hora de comer.
A la tarde, quedamos con nuestros amigos en un gimnasio cercano, pero no era el de nuestro instituto, ya que ese estaba cerrado.
-Chicos, necesitamos hablar.-nos llamó Dae a todos- Es algo serio.
Eso consiguió ponerme los pelos de punta. Yoongi agarró mi mano para calmarme, ya que era muy bueno notando mis sentimientos. O quizá yo los demostraba demasiado bien... No sé.
-Creo que he encontrado la manera de devolverle a Haneul sus poderes de prodigio antes del campeonato.
-¡¿En serio?!-exclamó J-hope
-¡Eso es genial!-sonrió Jungkook
-Pero... Todo tiene un inconveniente, chicos. Los poderes no vendrán así de la nada... Alguien tiene que dárselos...
-¿A qué te refieres?-preguntó frunciendo el ceño Yoongi
Yo estaba muy confundida.
-Para devolverle los poderes a Haneul, todos tenemos que renunciar a la mitad de los nuestros...
El silencio en el pabellón reinó. Un silencio pesado, incómodo. Un silencio que llevaba todos los sentimientos y pensamientos que todos estábamos teniendo en este momento. "Renunciar a la mitad de los nuestros..." Eso supondría que ni ellos ni yo tendríamos nuestros poderes al cien por cien. ¿Por qué iban a querer ellos perder la mitad de los suyos sólo para que yo también tuviera la mitad? Era absurdo, por no decir egoísta de mi parte. Definitivamente, no.
-Me parece bien.-el primero en hablar fue Yoongi
-Y a mi.-se apresuró a seguirle Jimin
-Y a mi.-se unió Namjoon
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Prodigies. ➳Min Yoongi.
Fanfiction❝A veces, las cosas llegan en el momento más inesperado de todos. Otras veces, son las cosas que llegan las más inesperadas de todas.❞ ;no copias ni adaptaciones; ©_miinmin