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Kim MinSeok es un amor de persona.

Siempre lo fue, y eso todos lo saben bastante bien... sin embargo, el chico había admirado a Max ChangMin desde que lo conoció... y fue justamente desde que fueron a acompañarlo en uno de sus conciertos que se dio cuenta de qué era lo que tenía que hacer.

Max ChangMin tenía unos fuertes, ponentes y sensuales abdominales que mataban a cualquiera que los veía, incluyéndolo a él... por supuesto. Chen se había puesto un poco celoso de que a MinSeok se le cayera la baba cuando lo veía... y también que se hubiera atrevido a acercarse al mayor para tocarlo.

Le tocó los fornidos brazos y fantaseó con tener aquella tablilla en su estómago, las fans enloquecían por ello... estaba seguro, lo vivió ese mismo día cuando salieron al escenario en su concierto de TVXQ y él quedó fascinado con los gritos de las fans aclamando por el cuerpo deseable de Max ChangMin.

MinSeok siempre había pasado desapercibido para las fans.

Lo cierto es que en EXO-M tenía lo suyo, tenía a sus compañeros, a Chen y los fans que le seguían sin importar sus mejillas regordetas que lo hacían parecer como un roedor lleno de comida.

JongDae siempre decía que se veía hermoso, y le rozaba la nariz por toda la mejilla provocándole cosquillas por toda la espalda. El efecto que JongDae causaba en él era único. No lo había sentido nunca con alguien y sinceramente dudaba de que pudiera pasar en un futuro.

Sin embargo, las cosas cambiaron cuando se mudaron todos al nuevo departamento en Seúl, estaban viviendo ya todos juntos EXO-M prácticamente había desaparecido y el vivir con los miembros de EXO-K al principio le resultó extraño. No es que se sintieran desconocidos... era más bien que no estaban acostumbrados a ser tantos en un pequeño huevito que era su departamento.

Recuerda que Chen casi sale mal con medio EXO porque al momento de repartir las habitaciones, no había quedado en la misma que él, pero fue capaz de sobornar a SuHo para que lo dejara compartir cuarto. MinSeok estaba demasiado agradecido, no quería tener que separarse de Chen, no después de todo lo que habían compartido.

Así que, se propuso comenzar a dedicarle más tiempo al gimnasio. Prometió que trabajaría duro para que sus abdominales fueran como los de Max ChangMin y... por supuesto que SuHo estuvo encantado de su decisión.

Había sido justamente JunMyeon el que lo llevó al gimnasio donde él se ejercitaba y le asignaron un entrenador recomendado por el mismísimo ChangMin.

El corazón de MinSeok revoloteaba de felicidad, porque todos creían en él. Todos pensaban que podía lograrlo y eso lo hacía sentir bastante genial. Pensaba que estaba en las nubes de tanto apoyo que le brindaban todos.

Todos menos JongDae, que le recalcaba día a día que no importaba el peso que tuviera, o lo blandito de su estómago... porque él lo quería así y nada más que eso podría valer más.

MinSeok estaba agradecido rotundamente, que Chen lo quisiera por quien era, por el regordete muchacho que conoció desde los inicios, cuando veían demasiado distante el debut de sus carreras... cuando ambos se acompañaban en la soledad de la desesperanza una vez que fueron mandados a China, promocionando en un lugar extraño, con personas que hablaran otro idioma. Todo fue aterrador, lo fue para todos, pero JongDae se preocupó de tomar su mano y de decir que todo estaba bien. Y lo había estado.

MinSeok lo consolaba diciendo que lo hacía por dos cosas, quería verse guapo... cuando se viera al espejo quería estar satisfecho consigo mismo, y quería ponerse guapo para él.

Recuerda claramente el sonrojo en las mejillas del menor y la manera en que sus labios se curvaron hacia el cielo. También recuerda no haber dormido mucho esa noche, no en los brazos fuertes de JongDae que se apoderaban de todo su cuerpo.

Crema batida ❀ ChenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora