Diario de un Desconocido.
No es que no quiera contar, más bien, narrar, bueno… la verdad ni sé cómo empezar esto. Era por ahí del año del 2004, un pequeño chico, ingenuo que hacia la rutina de siempre, de la escuela a la casa, de la casa a la escuela. No era del tipo que socializaba rápidamente con las personas, más bien… era tímido, mis amigos, podrías contarlos con los dedos de una sola mano, tal vez era porque no jugaba futbol como los demás niños de mi edad, tal vez era demasiado infantil para ellos, no sé.
Mis únicos amigos en ese entonces: Kevin, Humberto, Vianney, Elizabeth y Nora, eran mis grandes amigos. Recuerdo que siempre iba a visitarlos, era a los únicos que tenia, mis verdaderos amigo.
La verdad es que no tenía mucho que hacer en mi casa. Mi mama se la pasaba todo el día atendiendo una guardería y mi papa siempre llegaba tarde del trabajo, fulminado por este y sin ánimos de nada más que de dormir.
Por otra parte, la casa no estaba sola conmigo dentro, estaba mi hermana, ella iba un grado escolar más alto que el mío, aunque no se diferenciaba mucho, ya que, ella solo llegaba y dormía, se podría decir que durante el lapso de 1 de la tarde hasta 8 de la noche la casa era para mí. Aprendí a cocinar, preparar hotcakes, huevo y sus variaciones, sopa, caldo, etc.
Veía por mí y en los que podía confiar, mis amigos. No paso el tiempo, mi hermana exigía algo para realizar sus tareas y yo en su defecto para distraerme de la escuela. Exacto, compraron mi primera computadora de escritorio, algo nuevo, desconocido, intrigante.
Ya pasado el tiempo, unos años más tarde, para ser exactos 5 años después, tuve una noticia triste para mí, uno de mis grandes amigos se mudaba a Veracruz. Me dedique a pasar el mayor tiempo posible con él, jugar, ver películas e infinidad de cosas.
Pero bueno, al final de todo, no podría cambiar, yo un chico de 13 años lo inevitable, partió rumbo a Veracruz, donde, fue en busca de otra forma de vida, oh eso creo...
Paso el tiempo, tomamos diferentes aunque no muy lejanas rumbos, tuve la suerte de estar con ellos, o bueno… la mayoría de ellos en la secundaria, aunque algo faltaba, ellos empezaron a conocer gente nueva, nuevas amistades, y yo… yo solo seguía siendo el mismo chico que desde hace 5 años, salvo unas excepciones. Me estire, me empecé a interesar por el futbol y desgraciadamente, a enamorarme…
No paso mucho tiempo en la secundaria para verme atraído por alguien, ¿su nombre? Sarahy Solís.
Su nombre, hermoso, su personalidad… al principio agradable, dulce, una sinfonía… al final, desagradable, pútrida, doble cara y mentirosa. ¡Claro!..., me enamore al igual que… fue mi primera decepción amorosa.
Pasado esto. Siendo pésimo en matemáticas, Un Haz en biología y un asco en geografía, logre llegar a 2do de Secundaria.
Empecé a llevarme bien con los demás, empecé a formar nuevas amistades, nuevos lazos, creí que todo volvería a ser lo mismo que hace 5 años… pero no…
Aquellos “amigos”, solo fueron nada más que compañeros de estudio, exceptuando algunos que, hasta la fecha platico con ellos.
Aquellos “amigos” en los que yo “confiaba” no fueron más que un falso interés y un descaro a lo que se le define amistad. ¿Confiar en ellos? Creo que fue el mayor error en mi vida, les contaba mi situación y pasaban de ellos o simplemente usaban el típico
-“Que mal amigo mío, descuida…”
Oh en ocasiones ignorándome y que pasando del tema. Me evadían, eso era lo que pasaba… Uno se preguntara, ¿y porque no seguir con tus amigos de la primaria?, pues por lo mismo. Empezaron a cambiar, a llevarse con otros, casi no teníamos tiempo para reunirse “la pandilla” de nuevo, aparte de estar en diferentes aulas y diferentes horarios.
ESTÁS LEYENDO
Diario de un desconocido
Teen FictionLee mi historia, despues intenta decirme que vida es mejor.