Capítulo I

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Elías

09 de enero, 2016.

Lo que me gusta de las vacaciones es cuando mis padres salen y me dejan solo en casa. Mis padres, hace más de dos horas que salieron a una fiesta de uno de los hermanos de mi mamá.

Es fin de semana y para ser mejor la situación, los vecinos han salido a vacacionar por lo que no he tenido problemas al colocar música a alto volumen y no tener quejas de ellos en todo el día.

Son apenas las siete con treinta de la noche. Estoy sentado en el sofá jugando uno de mis vídeos juegos favoritos que es Call of Duty.

Ya comienza a darme sueño puesto que son casi las diez de la noche. Sin más que hacer, decido apagar el televisor y subo a mi habitación. Es extraño, mis padres aún no se han aparecido, cosa que me habían dicho que vendrían temprano por lo que no acostumbran venir tarde. "Quizás vengan más tarde" me dije.

Entre dormido y despierto tomo mi celular para contestar una de las tantas llamadas que he estado recibiendo. No me fijo quien es, solo conteste.

—Diga —bostezo.

—Elías, soy yo, tu papá —dijeron del otro lado.

— ¡Papá! ¿Qué pasa? ¿Dejaron las llaves?...

—No hijo, aquí las tiene tu mamá. Solo quería decirte que llegaremos en la mañana.

—Pensé que estaban afuera o venían en camino. Pero vale, los espero.

—Duerme bien —fue lo último que dijo y finaliza la llamada. Esto me fue extraño. Al menos tengo la certeza de que vendrán en la mañana.

Observe la hora, once treinta. Oí un ruido extraño proveniente de la cocina. Solo supuse que es un gato. Sin tanta importancia me volví a dormir.

***

10 de enero, 2016.

Mi despertador no deja de repiquetear ese absurdo sonido. Con mala gana lo tomo y lo tiro contra la pared para así dejar repiquetear. La luz del sol ya comienza a sofocarme. Froto mis ojos para que se acomodasen con la luz solar. Me siento en una de las esquinas de mi cama y miro la hora en celular.

—Las nueve y treinta. Que temprano me he levantado. Seguro ya deben estar aquí —me dije a mi mismo. Contesto varios mensajes y me dirijo al baño a cepillarme los dientes.

Salgo de mi Habitación y veo que la puerta de la habitación de mis padres está entreabierta, lo que me parece un poco extraño porque anoche estaba totalmente cerrada. Sin decir nada bajo a la cocina a preparar el desayuno para los tres. Me serví, prendo la tele, me siento en el sofá y coloco una de mis series favoritas.

No he oído a mis padres despertar, ni han bajado a desayunar. He pasado por su habitación varias veces. << ¿Qué tan pesado será el sueño de ambos que no se han levantado? >> Me preguntaba constantemente. Mis padres no suelen levantarse muy tarde los días domingos, pero esto ya se está tornando extraño.

Subo a la habitación de ellos. No quería hacerlo, pero la preocupación me gana y abro la puerta totalmente. Para sorpresa mía no se encuentra nadie.

— ¡¿Pero qué demonios está pasando?! ¡¿Dónde están mis padres?! —me pregunto con evidente preocupación.

Llamo varias veces a sus números, pero no obtengo respuesta por parte de ellos. Me manda directo al buzón de voz.

Salgo por un momento al parque. Esto no me ayuda a tener buenos pensamientos. Pienso que quizás lleguen en lo que no esté en casa. Pero mi preocupación no desaparece. Esto nunca ha pasado.

***

He terminado de cenar, son más de las ocho de la noche. No he recibido ni un mensaje o llamada de ellos en todo el día. Y por cada hora que ha pasado mi preocupación ha aumentado más y más.

No quiero llegar a la conclusión de que mis padres han desaparecido. Pero ya son más de las diez de la noche y no se han aparecido. Aquí por lo menos el año pasado no se reportaron ningún secuestro. Estaba por llamar a la policía, cuando recibo un mensaje de mi papá el cual dice:

<< Elías, sé que debes de estar muy preocupado por nosotros por lo que no nos hemos aparecido en casa, pero tranquilo, tu madre y yo estamos bien y fuera de peligro. Despreocúpate. Hemos tenido problemas en nuestro trabajo el cual teníamos que resolver. Te aseguro que llegaremos mañana. Quizás por la noche. Recuerda, mañana es lunes y comienza semana de trabajo. Descansa. >>

Esto ha aliviado un poco mi preocupación. Lo que me ha desconcertado es que, ¿por qué no me avisaron en la mañana para así no estar preocupado en todo el día? Bueno, al menos sé que están bien y fuera de peligro. Aunque hay algo que me tiene con duda. Mejor dormiré y mañana pensaré mejor las cosas.

¿Qué estará pasando? Me pregunto nuevamente. Al poco tiempo me quedo dormido.

Desaparecidos (Libro #1 de la saga &quot;Misterio Familiar&quot;) © TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora