Capítulo 1

221 13 2
                                    

Marinette

-Dupain-Cheng, Marinette...

-¡Presente! -Exclamo mientras entro derrapando al salón. Tropiezo con algo, me parece ha sido con un libro y termino en el piso. Perfecto, la primera clase y ya me he convertido en el hazmereír del salón.

-Otra vez derrapando, Marinette -me reprende la maestra-. Toma asiento, y que sea la última vez. 

Alya me ayuda a incorporarme y juntas nos estamos en el lugar de siempre. De reojo veo a Chloe en su teléfono celular. A su lado, Sabrina revisa también su teléfono y suelta una pequeña risa.

-Creo que me ha tomado una foto -le susurro a Alya.

-Y vaya que sí lo ha hecho -comenta mirando su teléfono. Me enseña la foto. Suspiro. Miro a mi alrededor, todos están en sus teléfonos, algunos conteniendo la risa más que otros. Me cubro la cara con ambas manos-. Venga, Marinette, te apuesto a que en pocos días todo mundo olvidará lo ocurrido y todo volverá a ser como antes.

-¡Silencio, por favor! Guarden sus teléfonos -añade la maestra. Espera a que haya total silencio antes de proseguir-: Muy bien, los pondré en equipos de tres integrantes. Realizarán una exposición sobre la cultura, -saco mi libreta y tomo nota-, tradiciones, y forma de vida de algún país de América Latina... ¿Sí, Chloe?

-Maestra, por favor, ¿podría ponernos a Sabrina y a mí juntas? Ambas hacemos un trabajo increíble, y, haciendo las cuentas, al final habrá un equipo de dos integrantes. -Vaya, odio admitirlo pero por primera vez los cálculos matemáticos de Chloe han acertado. Habrá un equipo de dos integrantes.

-Lo siento Chloe, pero debes aprender a trabajar más con tus compañeros de clase sean tus amigos o no. ¿Alguna otra pregunta? -Nino levanta la mano-. Adelante, Nino.

-¿Cuándo tendremos que presentar el proyecto?

-Dentro de dos semanas. Los países no se podrán repetir, tienen hasta el viernes para escoger. En cuanto elijan su país me tendrán que avisar de hoy hasta la fecha límite. Les recomiendo que piensen en dos opciones, en caso de que otro equipo haya seleccionado el mismo. ¿Otra intervención? -Nadie habla, todos permanecen sentados en sus lugares esperando a que formen los equipos-. De acuerdo, los equipos están organizados de la siguiente forma... -Por favor, que no me toque con Chloe, Sabrina o con Lila, ¿es mucho pedir? Cruzo los dedos. Mi corazón empieza a latir a mil por hora. Por forme los van mencionando voy llevando la cuenta de cuántos más faltan. De pronto, cuando me doy cuenta sólo quedamos cinco: Alya, Chloe, Lila, Adrien y yo. Por favor que me toque con Alya y con Adrien, por favor...-... el siguiente equipo formado por Lila, Chloe y... -la maestra pasa el dedo por su tablet. Que no sea yo, que no sea yo-... y Alya; en el equipo de dos estarán Adrien y Marinette...

-¡Sí! ¡Yei! -Exclamo poniéndome de pie. Sin querer he metido la pata otra vez y conseguido que Chloe me tome otra foto donde mi dignidad es nuevamente hecha trizas, ella y Sabrina ríen por lo bajo-. Perdón, maestra. -Me disculpo volviéndome a sentar. La maestra niega con la cabeza, riendo un poco. Siento que el color se me sube hasta las mejillas... Oh, no, Adrien me está mirando, ¿qué hago? Intento sonreír un poco pero creo que he hecho más una mueca que una sonrisa. Me muerdo el labio. Sin duda, ya no estarán hablando de mi foto donde salgo derrapando.

[...]

Me despido de Alya a la hora de la salida. Cuando estoy por emprender el viaje de regreso a casa escucho a Adrien llamándome:

-¡Eh, Marinette! 

-Creo que es Adrien -dice Tikki dentro de mi bolso.

-Shhh, silencio, Tikki... Ah, hola, Adrien. ¿Para qué me buscabas? -Intento mostrar una sonrisa, pero una vez es deformada por mi mueca de nerviosismo.

-Quería hablar contigo... -¿Adrien? ¿Hablar conmigo? Oh por Dios, oh por Dios...-... sobre el proyecto. -Ya, era demasiado bueno para ser verdad-. ¿En qué país has pensado?

-Pues... tal vez podríamos hablar sobre Brasil. -Adrien se ríe. ¿Por qué mis nervios me tienen que traicionar ahora?

-Creo que en Brasil no hablan español -dice. Me golpeo la frente. Tiene razón, ¡qué tonta!-. Pero en Perú tienen unas llamas muy lindas ¿te gustan las llamas? 

-¿Llamas? Eh... sí, sí, y sobre todo me gustan más cuando son de incendio. 

Adrien vuelve a reírse.

-¡Qué simpática eres Marinette! Me refería a los animales -no lo dice como un insulto, sino como si hubiera dicho una broma. Me río.

-Oh, ya, ya recuerdo. Sí, son muy lindas. Pero escupen, y mucho -añado haciendo una mueca muy graciosa de asco. Ambos nos reímos. Por primera vez todo me sale bien con Adrien.

Suena el claxon de la limusina que pasa para recogerlo después de la escuela. Adrien se despide, mientras yo agito la mano al verlo irse. Suspiro. No fue una conversación muy larga, pero al menos es algo.

Doy media vuelta, dispuesta a volver a casa, cuando de repente escucho lo que me parece ser una explosión. ¿No hay acaso un día de descanso para los súperheroes? Me bajo la mochila el hombro.

-Es hora de trabajar. ¡Tikki, transfórmame! 

La suplente de LadybugDonde viven las historias. Descúbrelo ahora