Estaba un día tan tranquila en mi casa y me dio hambre. Entonces dije uy podría comerme una salchicha. ¡Cómo me gusta la salchicha!
El problema llegó cuando fui a la nevera y no había salchicha. Se me rompió el corazón en mil pedacitos. Pero de repente me llegó la inspiración. Todo mejoró de pronto y una idea vislumbró mi mente: ir al supermercado.Ese instante mi vida cambió, aunque no iba a ser feliz hasta que no tuviese la salchicha entre mis manos.
Puse rumbo al supermercado con una sonrisa en la cara.
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Me gusta comer salchicha
RomanceUn día fui al supermercado y me compré una salchicha. Y me la comí.