Nuestra última carta

1.2K 67 11
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Mi mariposa:

Cuando te conocí en aquella taberna esa noche de sábado en la que mi alma agonizaba y lo único que podía hacer era descargarme con el alcohol, lo primero que pensé al verte fue "Estoy muerto". Porque ¿qué otra razón había para que estuviera allí en frente de mis narices el ángel más hermoso que mis ojos han podido presenciar? Me creí muerto, pero en realidad estaba en el mismísimo cielo. Tenías puesto un hermoso vestido vino tinto, el cual se ajustaba a tu perfecta silueta de una forma que me enloqueció. Tus ojos recorrieron el sitio con una curiosidad que me atrajo. No podía apartar mi mirada de ti. Cuando no pude soportar más la inevitable atracción, me acerqué a ti y me presenté.

Así comenzó nuestra historia.

Hoy, recordando el inicio de todo, me doy cuenta de que no puedo estar más agradecido con la vida por permitirme que te conociera, te amara y te cuidara. Creo firmemente que vinimos al mundo con un propósito, y aunque a veces no comprendamos por completo los ciclos de la vida, estoy seguro de que mi objetivo principal ha culminado. No me arrepiento de nada porque estuve a tu lado. Me gustaría poder estarlo por más tiempo, vivir nuestra efímera eternidad juntos, mas la situación nos lo impide.

Solo te pido que no me recuerdes con tristeza, mi pequeña mariposa. Nuestra corta historia no merece ser rememorada con nostalgia, sino con satisfacción. Debes tener la certeza de que cada segundo valió la pena, cada roce, cada abrazo y cada beso. Prométeme que cuando evoques mi imagen, lo harás con una leve sonrisa, esa que sueles hacer cuando tratas de no reírte de mis sandeces. Incluso puedo visualizarte como si estuvieras justo aquí a mi lado, dirigiéndome ese característico gesto tuyo, alentándome a no rendirme, a seguir luchando.

Pero ya he luchado mucho, mi mariposa, y es el momento de irme. Espero que no te duela leer estas palabras porque estoy tratando de ser lo más sincero posible. Esta guerra ha destruido a miles de personas, física y mentalmente, y no creo poder soportarlo por mucho más tiempo. Tú siempre has sido la fuerte, la que nunca flaquea ante las dificultades, así que que sobrevivirás. Lo harás, alguno de los dos debe hacerlo.

No te preocupes, amor, me iré de aquí complacido, con la conciencia tranquila y sabiendo que aproveché mi corta existencia de la mejor manera.

Y sobre todo, moriré dichoso porque conmigo llevo las últimas palabras que pronunciaron tus labios.

Sí. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 07, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Del amor y otras cosas inexplicablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora