Desayuno no planeado.

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Meid:

Abrí los ojos por el sonido de la alarma, son las 9:00 a.m. El sonido de la alarma sonaba cada vez más fuerte y yo estaba aturdida.

—Meid!! Ya apaga ésa cosa infernal para que podamos dormir en paz, porque si no duermo no estaré con un humor de maravilla- dijo Tina con ironía del otro lado de la habitación.

Yo estuve ignorándola mientras buscaba el bendito botón o algo para apagarla y no pude. Desconecte el cable del maldito aparato.... ¿¿¡QUÉ MIERDA!?? ¿¡ESTÁ COSA SIGUE FUNCIONANDO!? enojada tiré contra la pared el aparato endemoniado y después en unos minutos dejo de hacer ruido. —Creó que ya terminó mi trabajo por aquí- digo limpiando mis manos, con una sonrisa divertida.

Me acosté de vuelta a mi cama a seguir durmiendo. Pero el golpe de la puerta me hizo despertar y ir a ver.

—¿Quién es a ésta hora? Me pregunto. Abrí y veo a un dormido Max con una taza en la mano.

—Hola buenos días, ¿Tienes café?- pregunta con una sonrisa pero él parece estar un poco dormido.

—Max ¿Viniste a despertarnos para pedir café?- pregunto.

—¿Si?- dice como si fuese lo más obvio. Bueno quieres desayunar conmigo?- dije invitándolo a pasar.

—No veo porque no- dice con una sonrisa pícara.

Yo solo ruedo los ojos, busco en uno de los muebles una taza roja y saqué azúcar y los granos de café para luego ponerlo en la cafetera automática.

—¿Entonces? ¿Cómo dormiste a noche?- pregunta con curiosidad Max.

—Emmm supongo que bien- fue lo que logré decir. Estaba haciendo puntitas de pie pero no llegaba a alcanzar mi pote de nutella y mis paquetes de oreo. Entonces hice lo que una chica en apuros haría. Agarré una silla, bien por fin logré alcanzar el pote y los paquetes de galletitas. Cuando me quise bajar de la silla, me resbaló. Iba a sentir el piso estampar con mi rostro hasta que algo paro la caída, cuando logro ver con claridad veo que Max me atrapó antes de que choque contra el suelo.

—Emmm gracias- fue lo primero que solté mirándolo fijamente a Max quién no me había soltado todavía y me miraba fijamente a los ojos. Él iba a responderme pero alguien le fue interrumpido.
Hey ¿Qué está pasando aquí?- pregunto Tina en un bostezo.
En ése momento Max y yo nos separamos rápidamente.

—Em no está pasando nada - dije rápidamente y para el final una sonrisa inocente. Tina achino los ojos mirandome, luego se encogió de brazos, —Bueno si ustedes dicen nada pasó- exclama Tina. —Nada pasó- dije con el fin de sentarse.

—Meid si quieres yo preparo el café...si tú quieres- dice Ana.

—Emm sisi dale ¿Segura no?- pregunto a Ana. Sisi muy segura- dice Ana.

Minutos después alguien golpea la puerta con fuerza. —Agh ¿Quién será?- me pregunto parándome con mucha pesadez del asiento. —Meid deja yo voy a ver- exclama Tina.

Tina:

—¿Si? Ah hola chicos dice Tina, ¿Cómo han amanecido?-preguntó. —Muy bien Tina, vinimos a ver si estaba aquí Max- afirma Alex. Me doy la vuelta para ver qué estaba haciendo, luego escucho un grito. Ése grito fue de Max pero ¿Porqué?-Pensé.—Ya puedo ver que está ahí- soltó entre risas Alex.

Meid:

Ana le estába sirviendo el café a Max, pero Ana sé distrajo con algo y se volcó el café en la remera de Max que lo único que logró fue que Max gritará. Bueno y yo estaba riendome pero Max me miró de mala gana y comprendí que no era momento para explotar de risa —Lo siento mucho Max- Ana algo preocupada.

—Ay Dios eso quema!!- grito Max. Creó que voy a tener que cambiarme- dijo aun más calmado.

—Si acompañame- dije. Él me miró algo confundido pero obedeció. Llegamos a mi cuarto le agarré de la mano.

Cerré la puerta, Sacate de la remera- fue lo primero que solté.

Él me miró divertido —¿Quieres que me saqué la remera? Meid si quieres pedirlo, pidelo en otro momento- dijo Max. rodeé los ojos.

—No, tonto que te saques la remera- dije.

Sí insistes- dijo con una sexy sonrisa la cual me ponía nerviosa.

—Dame la remera volví a decir pero no lo hizo, agarré la remera pero por intentar sacarle la remera caí de trasero al piso eso.... dolió. La pondré a lavar, mientras tanto buscaré una remera de mi hermano para prestarte, no me tardó- dije y fui para luego buscar la remera.

Tina:

—Ésta aquí, bueno ¿Sé quedan a desayunar con nosotras?- preguntando pero está vez me interrumpió Tyler —¿Dónde está mi hermana? ¿Sé despertó?- preguntando caminando directo a la habitación de Meid.

Max:

Estaba esperando a Meid, hasta que alguien abrió la puerta de la habitación, —¿Tyler?- fue lo que logré decir. Pero él me miró con odió.

— ¿MAX?- pregunto para mirarme, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO EN El CUARTO DE MI HERMANA Y SIN REMERA?- dijo con mucha furia pero no grito eso me sorprendió.

—Emmm yo? Yo estaba acá porque....dije mirando qué podía aclarar, esto no es lo que estás pensando- solté rápidamente.Tú hermana me estuvo ayudando...-dije.

—Dios Max por tu culpa me duele el trasero- grito Meid desde el baño, okey esto si logró empeorar... miré a Tyler quién me miró con mucho odio.

—ERES HOMBRE MUERTO MAX!!!- gritó yo sólo confundido miré iba a explicarle lo que en realidad pasó pero Tyler sé tiró encima mío a golpearme con todas su fuerzas.

—Tyler dejame explicarte...- dije en el suelo tratando de cubrirme el rostro.

—¿¡EXPLICARME QUÉ!? ¿¡¡QUÉ TE ACOSTASTE CON Mi HERMANA!!?- grito a todo pulmones. Esto debía parar.. pensé.

¿¡Qué está pasando aquí!?- gritó Meid pero ninguno de los dos frenamos.

Hasta que siento unas manos en mis hombros, quién nos separó con rudeza, fue Patrick.

—SUÉLTAME ALEX!!! VOY A MATAR A ÉSE TIPO!!- gritó con furia Tyler.

—¿¡PORQUÉ!?- pregunté.

—PORQUE TE ACOSTASTE CON MÍ HERMANA!!- soltó Tyler.

—ESPERA... ¿TE ACOSTASTE CON MEID? MAX?- pregunto Alex con los ojos bien abiertos como platos.

—¿¡¡QUÉ!!? CLARO QUE NO!! NO NO Y NO!!!- gritamos Meid y yo al mismo tiempo, Meid puso una cara de horror.

Yo jamás me acostaría con él- dijo Meid.

—¿Disculpa? Tampoco soy tan feo..- dije fingiendo estar ofendido por su comentario.

—Bueno entonces si vos no te acostaste... perdón- Tyler dicho esto se fue como Patrick y Alex. Después de irse me acerqué a Meid.

—Igual no digas que eso no te gustaría- susurré en su oído.
— Agh, sólo ponte la remera- respondió y tirándome la remera en la cara, lo cual me hizo reír un poco, amó molestarla y ver cómo agotó con su paciencia. Es más hermosa así.

Meid.

—Igual no digas que eso no te gustaría- susurró en mi oído con un tono arrogante, no respondí él sonrió aún más.

—Agh, sólo ponte la remera- dije tirándole la remera en la cara, lo escuché reír. Enserio a veces si que es molestó-pensé pero es lindo, esté fue un raro desayuno no planeado, es más y ni siquiera he desayunado!!-Pensé.

Me he vuelto a enamorarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora