El fuerte golpe de la puerta chocando contra la pared, a contra luz, aparece la figura de una mujer despeinada que apretaba los puños de las manos y cuyo rechinar de dientes era tan fuerte que podía oírse al otro lado de la habitación. La mujer, cuyos ojos enceguecidos por la oscuridad del cuarto, se dirigió hacia un cuerpo tumbado en una cama.
- ¡Despierta maldito vago! ¡ya son las 12 del mediodía! (resoplando cual bestia) ¡todos los días es lo mismo!
A través de las sábanas se asomaron unos pequeños ojos que a penas podían despegarse para abrirse, y haciendo una mueca de fastidio, terminó de despejar su rostro de la protección de las mismas.
Un cabello gris como el color de las cenizas cubrían su cabeza, un rostro de piel desteñida surgía entre la oscuridad, arrugas profundas delataban el paso del tiempo, el cuerpo invadido por la desidia logró sentarse con dificultad sin lograr mantener erguida la espalda y dirigiendose a la mujer con un gruñido le dijo:
-¿ y ahora qué pasa?
-¿tienes el descaro de preguntarme? (replica iracunda) ¡no haces nada! eres una carga, un parásito... ¡por tu culpa mamá murió! y muy pronto me matarás a mí también... mantener a un viejo flojo y aprovechado que nada hace con su vida... Ja! y todavía tienes las bolas de preguntar "¿qué pasa?"
- yo hago lo que se me da la gana (responde con desdén), además mamá ya estaba enferma y vieja... nada tengo que ver yo con eso.
una fuerza tremenda oprimió el pecho de la mujer, como un huracán de odio y resentimiento, sus ojos se abrieron por completo dejando ver cada detalle de ellos, sus pupilas se retrajeron y el color de sus ojos marrones se tornó de manera extraña en un vinotinto, los vasos de la esclerótica reventaron por la presión formando surcos carmesí
- ¡cómo te atreves a hablar así de mama!, ¡maldito seas! ¡mil veces maldito! aprenderás que la vida es más que vivir a costillas de los demás, todo ésto te pesará y tendrás que echar raíces Ivan.... echar ra-í-ces...
la mujer sale del cuarto traqueando los huesos de sus manos los cuales producían un sonido seco, pero casi doloroso. Ivan, sin inmutarse siquiera, se encogió de hombros y susurró:
- loca...
después de echarse un baño decidió salir a la calle a comer. Sobre la silla había una camisa verde y desgastada y un pantalón que había lavado su madre un día antes de morir. Los tomó, los acarició con las manos y acercándoselos al rostro percibió el aroma a lavanda que aún conservaban... y recordó a su madre... por un momento le pareció que su muerte sólo había sido un sueño...
Después de haberse vestido, salió a la calle y decidió comprar un sánduche en el café que solía frecuentar
- Como de costumbre (le dice a la vendedora)
Ivan sale del café y resuelve ir a una plazoleta que se encontraba una cuadra más arriba. Una vez allí, saca el pan de su envoltura y le da el primer mordisco, siente el sabor del orégano, del jamón y de todos los ingredientes que conformaban el sánduche, cerró los ojos y lo cautivó aquella deliciosa sensación... por sus dedos corría el líquido jugoso que manaba de él y sin evitarlo, los chupaba uno a uno sólo para que no se desperdiciara ningún aroma, ningún sabor, nada... quería absorber de sus dedos toda su esencia.
de repente, como sintiendo una punzada sobre sí, alza el rostro y ve a una joven que lo detallaba mientras comía. Sintiéndose incómodo ante aquellos ojos examinantes decidió cambiarse de lugar y absorto en el sánduche que devoraba de pronto sintió cómo los dedos de sus manos comenzaron a endurecerse... sus muñecas... sus codos... hombros... hasta que una fuerza extraña comenzó a apoderarse de sí... el pan cayó al suelo e Ivan se iba inmovilizando por completo... aumentó de tamaño y sus brazos y torso se fueron torciendo, su piel se fue rasgando y secando, de su cuerpo iban saliendo hojas verdes y finas... su rostro fue desapareciendo entre las líneas irregulares de la madera y sus dedos fueron enterándose como dagas en el corazón de la tierra, convirtiéndose en sólidas raíces... el poco pan que quedó fue devorado por las palomas de la plazoleta, quienes se posaban sobre él defecándolo a modo de burla.
alli permanece aún, inmóvil y con las raíces bien adentradas en el suelo.
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La metamorfosis
Short StoryEsta es la historia de Ivan, un hombre de avanzada edad cuya vida miserable se transforma radicalmente