Capítulo 2

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No tenía ni idea de quién pudiera ser pero el tipo estaba jodidamente bueno, parecía una escultura hecha por los mismos ángeles, era un poco más alto que nosotras diría que tenía la misma estatura que Devon, sus ojos tenían una tonalidad clara pero no distinguí muy bien el color ya que en el puesto donde estábamos había poca luz, tenía un piercing en la aleta izquierda de su nariz, su cuerpo estaba muy bien trabajado un adicto al gimnasio debe de ser y por último, lo que lo hacía ver aún más sexy eran sus brazos y cuello los cuales estaban repletos de tatuajes.

—¡Benji! —reaccionó Liv de una forma exagerada y se le lanzó encima abrazándolo— ¡Cuánto tiempo!

—Lo mismo digo Liv —escuché el habla gruesa de aquel chico rompiendo el abrazo— la última vez que nos vimos eras una pulga y ahora toda una mujer.

¡Claro! Era Benjamín el pequeño primo de Devon, bueno solo que ahora no tan pequeño. ¿Pero qué rayos le ocurrió? Estaba muy guapo, ya no era ese chico escuálido de antes.

Estoy que me voy para atrás de la impresión que me da este chico.

Gracias tonto —río Liv— pero tu estas... Wow ahora si completas tu perfil de chico rudo y problemático, que gran cambio.

—Liv está queriendo decir que estás guapo, Benjamín —habló Devon dirigiéndose a Ben.

Benjamín sonreía burlón.

—Cállate idiota —masculló Liv golpeando a Devon.

—Como sea, yo me iré a follar por ahí —anunció Devon para después retirarse con una rubia que lo esperaba en las escaleras de la gran casa—. Diviértanse.

Liv volteó los ojos mientras negaba con la cabeza.

—¿Y tú qué Madison, no me saludaras? —preguntó Ben— ¿o es que no me recuerdas aún?

Un pequeño silencio reinó en nosotros.

¡Es que quedé anonadada ante tanta tentación, duh!

Negué rápidamente por las inoportunas palabras que se cruzaban por mi mente, lo cual hizo que Liv me viera de una forma extraña.

—De seguro quedo muda ante tanta belleza —intervino Liv, la miré inmediatamente queriendo estrangularla, luego miré a Ben el cual solo sonreía.

Qué vergüenza, luego mataría a Liv.

—¿Cuánto tiempo no? —y eso fue lo más inteligente que salió de mis labios, le tendí la mano en forma de saludo, pero el hizo una mueca y me atrajo estrechándome en un reconfortante abrazo.

Me encontraba en el mismo cielo, estaba que veía ángeles, fue inevitable no poder aspirar su rico perfume.

—Es un gusto volverte a ver —susurro aún abrazado a mí— estas muy cambiada... Y linda.

Rompimos el abrazo y le sonreí por su comentario.

—Y bien cuéntanos, como la pasaste en USA —decía Liv mientras le daba un sorbo a su bebida, la cual no tengo ni idea en que momento la tomó.

—Pues todo bien me adapté rápido, pero aún me seguía metiendo en problemas.

—¿Y tu padre no te decía nada? —me atreví a preguntar.

Ben suspiró.

—Estaba las veinticuatro horas metido en su trabajo como para darle importancia a eso y pues me salía con la mía.

—¿Y ya encontraste una universidad? —pregunté nuevamente.

Él negó.

—Estaba pensando en unirme a la de ustedes o no lo sé, buscar una diferente, conozco bien lo estricta que puede llegar ser esa universidad y pues ya saben cómo soy —articuló.

Falling In Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora