Los golpes en mi puerta hicieron que despertará del profundo sueño en el que estaba.
Me tomé mi tiempo en estirarme, bostezar y despabilarme un poco mirando por la ventana el día soleado que nos esperaría. Busque con mi mano el cuerpo de mi amigo y note que seguía durmiendo tranquilamente a mi lado.
La puerta volvió a sonar ahora con más fuerza.
- Voy.
Quite las cobijas de mis piernas y otra vez me estiré caminando a la puerta. Saque el seguro y la abrí dejándome ver a la señora que trabaja limpiando la casa, me sonrió de forma maternal negando delicadamente con su cabeza.
- ¿Sabe a qué horas son? - cuestionó y yo miré sobre mi hombro el reloj de pared, le devolví mi vista asintiendo. - Las doce y media de la tarde ¿Verdad, joven?
Fruncí el ceño al notar su tono de diversión ¿Por qué le causaba tanta risa que yo estuviera dormido hasta...? ¡La escuela! Abrí mis ojos al máximo y ella soltó una carcajada entendiendo que me dí cuenta de lo ocurrido.
Me aventé casi al igual que un luchador de sumo, arriba del cuerpo de mi amigo.
- ¡TaeHyung! ¡TaeHyung! ¡No hemos ido a la escuela, pedazo de tarado! ¡TaeHyung, mi examen! - gritaba moviendo su cuerpo como loco.
- Ya no es necesario que lo haga, no podrá ir. Usted sale a las dos de la tarde. - hice un mohín de teniendo mis movimientos, ella tenía razón.
- Gracias.
- La comida estará lista en unos minutos. - asentí.
Espere a que cerrará la puerta para golpear fuerte la cabeza de TaeHyung con la palma de mi mano una y otra vez.
- ¡Por tu gran idea de irnos, no alcance hacer mi examen! ¡Estúpido, mil veces estúpido!
- ¡Ya, ya! ¿Qué te pasa!- se despertó rodando hasta la otra esquina de la cama. - ¿Te has vuelto loco? ¿Estás idiota?
- ¡No me digas idiota, idiota! - le señale molesto, me subí a la cama y gatee hasta él sentandome a la altura de caderas golpeando su rostro. - ¡Mi examen de lengua!
- ¡Detente, Park Jimin! - agarró mis manos y levantó su cadera ladeandose hacía la izquierda, azote en el piso de culada. - ¡Tu examen ni que la mierda! ¡No te obligue a irnos, así que quiero ver que te golpees!
-¡¿Estás tonto, verdad?! - cruce mis brazos.
- ¡Ahora! - le rete con la mirada. - Bien, iré yo - trató de pararse, sus piernas se enredaron en las sábanas por el movimiento brusco cayendo sobre mí - ¡Oh, mi cadera, mi cadera! - repetía lloriqueando.
- Es.tú.pi.do- le dije arrastrando las sílabas sin importar mi dolor al tener su cuerpo encima mío - ¡Salte de arriba! - le golpee en las costillas.
Forcejeamos de nuevo entre gritos y golpes hasta que mi puerta se volvió abrir. Me detuve espantado al ver la persona frente a nosotros, con toda la fuerza (que nunca pensé que tuviera) saque a TaeHyung de arriba y me levanté creyendo que lo que tenía enfrente no era una persona sino un fantasma.
- SeokJin - balbucee agachando mi rostro.
- TaeHyung, párate del suelo. - con su dolor en la espalda se levantó rápidamente sentándose en la cama, Jin lo miró fijamente. - ¿A qué horas se fueron ayer? - cerró la puerta con su pie.
- Cinco - contestamos al unísono, vimos que asintió insatisfecho.
- Jimin, debemos hablar. - trague en seco al escuchar sus palabras. - Ayer entraste al cuarto en un mal momento. Mira, no sé si era bueno o no hablar de esto con ustedes o más bien contigo. Jamás lo había visto muy necesario.
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Ventajas de ser invisible «y.m»
FanfictionPark Jimin te cuenta su historia de las ventajas que le daba ser invisible. A tan sólo dieciséis años de edad comienza con una vida nueva totalmente distinta a la que un niño de alta sociedad se encuentra acostumbrado a vivir. ¿Qué pasará si las ve...