Capitulo VIII

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El agua caía sobre los hombros de Guillermo, tibia, relajante. Las duchas le causaban una sensación de tranquilidad y le calmaban cuando estaba estresado. Ahora particularmente no lo estaba pero aún así le relajaba a montones. Esparció con cuidado el gel de ducha por todo su cuerpo y lo enjuagó, tomándose su tiempo al hacerlo.

- Willy, vamos, que estamos a seis horas de Madrid y llegaremos tarde!- Samuel perdía la paciencia con la parsimonia de Willy y esa tranquilidad que se respiró durante aquellos diez días que habían transcurrido desde que Samuel se había enterado del embarazo de su amigo se había esfumado. Debían viajar a Madrid por ser el cumpleaños de AlexBY al día siguiente. Eran las dos de la madrugada y Willy estaba tranquilo tomándose su ducha. Raro? No tratándose de Willy. Salió tranquilo y se secó con su parsimonia de siempre, para luego vestirse. El frío se había intensificado en los últimos diez días por lo que se abrigó poco menos que para irse al norte de Rusia. Jeans rasgados y claros, musculosa blanca, remera de mangas largas de Jack and Jones, polerón de cuello de tortuga y sudadera otra vez de Jack and Jones. Iba a calzarse y volvió a escuchar la voz de Vegetta apurándole- Willy, macho, vas a salir de ahí? Tengo que lavarme los dientes. Te sientes bien?-

- Si, si... Ya salgo- ató la agujeta de su Vans derecha y salió del baño donde había estado encerrado por la última hora.

- Al fin!! Muévete- Vegetta le empujó con suavidad y entró en el baño sin cerrar la puerta. Metió con velocidad su cepillo lleno de dentífrico y siguió hablando.- Esh queh ioh no entiendoh por queh demorah tanto en la ducha- pronunció mal por el exceso de espuma en su boca.

- Hombre... Tú también demoras y yo no te digo nada- respondió el menor

- Pero no a las dos de la mañana- Samuel ya se había sacado el dentífrico y se estaba enjuagando.- Conduces tú o yo?- preguntó ya saliendo.

- Tú. Cambiamos a mitad de camino- respondió Willy y bajó las escaleras con velocidad. Llegó a la puerta y tomó su maleta y su bolsa de mano con algo de dificultad. Esa maleta parecía pequeña pero sin dudas podía llegar a pesar demasiado, y como se quedarían algo así de una semana en Madrid iban a necesitar ropa. Willy poco menos que metió la maleta en un compresor cuando quiso cerrarla. Ya tenían todos los vídeos preparados y en la cola para ser subidos de toda esa semana. Serían una suerte de mini vacaciones para ellos, para los tres. Vegetta bajó al living y le vio tratando de sacar sus maletas con las de Samuel a cuestas.

- Pero Willy que carajos estás haciendo?!- la voz resonó en las paredes del living comedor y el menor dejó caer una de las maletas al piso del susto. Vamos a recrear la situación: el living comedor en penumbras y solo alumbrado por una lamparita de pared, Willy tratando de sacar tres maletas y un bolso sin que se la cierre la puerta en la cara, con los audífonos y las llaves enredadas y Vegetta gritando con su para nada masculina voz. No es una situación muy linda en realidad.

- Macho! Qué susto!! Estaba sacando las maletas para llevarlas al coche- dijo en su defensa y tomó nuevamente la maleta que se la había caído al piso.

- No debes hacer esfuerzos! Deja que yo las llevo- tomó todas las valijas sin mucho cuidado y sin hacer casi esfuerzo las llevó hasta el pasillo, dejándolas delante del ascensor. Guillermo se quedó embobado en la forma en la que su brazo se tensaba, resaltando sus bíceps debajo de su camisa negra. No evitó mirar su trasero cuando se levantó con las maletas en brazos. Cuando empezaba a mirar a Vegetta como si de un adonis se tratase parecía un idiota pero aún así conservaba mucho su ternura. Sus ojitos brillaban, sus mejillas estaban sonrojadas aunque la poca luz en el living no dejaban verlas, sus labios estaban curvados apenas en una sonrisa. Era malditamente hermoso.- Vienes?- la voz del mayor le saco de su ensimismamiento.

Historia de Vida - Wigetta MPREGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora