Introduccion

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-Dale apurale que no tengo todo el día! -dijo su madre colocándose sus finos pendientes-

-No entiendo tu insistencia en cambiarme de instituto -dijo Plur tomando su mochila-

-Ya sabes que esa tal "Amelie"

-Amelia -la corrigió antes de que prosiguiera-

-Eso, no me gusta como amiga -se fijo al espejo-

-¿Por eso?, ¿así no mas? -frunció el ceño-

-Ya sabes que Dios me mando esa misión -dijo acomodando el cuello de la camisa de su hija-

-¡Ay, mamá! -le renegó quitando sus manos- en esta casa solo se habla de Dios, Dios y Dios, no podemos hablar y hacer un poco de esfuerzo (mas de lo que la pequeña había hecho para decirlo) y hablar de no se, sexo, drogas, fiestas, disciplina o por lo menos de mascotas -dijo haciendo muecas sabia que su madre después de eso la encerraría en ese instituto sin dudas-

-¡Madre Santa! -dijo abriendo sus ojos como platos, el corazón de Plur latía a mil por segundo (sin exagerar)- ¿Y aun así me dices que no quieres ir?

-Era una opción -dijo encogiendose de brazos-

-Nos vamos -dijo seria y salieron, claro, Plur bufó con ganas, no quería recluirse en ese lugar-

Su madre tenia una cita hoy con el Párroco de la ciudad, Plur no sabia porque iba tanto a ese lugar, a veces le asustaba por sus reacciones al regresar, era como si algo le preocupara pero claro ella nunca preguntó, no le importaba el tema de ir a hablar con el sacerdote de preferencia de su madre y mucho menos preocuparse por sus asuntos, aunque un día pensó que ellos tuvieron mas que una relación de Sacerdote y hermana eucarística, tal vez mas de una vez lo acompaño a su casa y como dice su madre "Y solo Dios sabrá" lo que hicieron ahí ,aunque a ella no le importara, existía esa curiosidad, "la curiosidad mato al gato" (pero el gato murió sabiendo) y por eso hacia caso omiso a los comportamientos extraños de su madre pero sus pensamientos no resistían ante esa necesidad, su madre aprovechaba sus clases para irse, raro y confuso, así era su vida.

-Llegamos -dijo su madre mirando aquella penumbra con sus feos anteojos de sol-

-¿Y así te despedirás? -dijo mirándola-

-Te amo -la miró con sarcasmo-

-No me lo creo -Dijo con una sonrisa-

-Vete, sabes que hoy tengo reunión

-A veces pienso que tienes novio -miró sus manos-

-Plur, sal, vete, ya entras y es tarde

-Estamos al frente -dijo con tono obvio-

-Adiós -dijo mirando al frente-

salió enojada y dio un portazo al carro de su madre, entro aquel lugar, le daban ganas de llorar al estar ahí, caminó hacia la dirección y busco al la directora, la sentaron a que esperara y por mientras, pensaba, quería irse de ahí, ni sabia porque le hacia caso a su madre, a claro, es que su madre es el dragón del cuento, lo juro.

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⏰ Última actualización: Nov 02, 2013 ⏰

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