Una chica puede equivocarse, cometer errores. ¡Claro! Somos humanos, no somos perfectos, los cometemos muy seguidos.
Mi error quizá fue algo tan sencillo, como no cumplir una promesa, una promesa que me protegía, que me iba a cuidar.
Mi error fue cr...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
David's POV.
Llevaba dos semanas sin verla, ya no escuchaba tacones en el pasillo, no los tacones de la persona que quería. Ella ya no venía, trate de preguntarla con sus amigas, quienes a veces ni se acordaban de quien hablaba y empezaban a coquetearme sin tener una respuesta positiva de mi parte.
Quizás suene masoquista aún quererla cuando ella hizo lo que hizo, pero sé que no fue real, sé que ella fingía, cuando me decía aquellas cosas sin mirarme los ojos sabía que no era cierto, sabía que ella me amaba, sabía que ella me extrañaba.
Nunca la dejé sola, cuando iba para su casa al salir del instituto iba detrás de ella, jamás dejé que me mirara, pero yo estaba ahí para cuidarla. Cuando la vi cada vez más delgada me asusté, así que empecé a vigilarla más, pero ella comía, comía bien, no sé qué pasaba, quizá eran cosas mías.
La busqué en su vecindario, la busque en sus clases de yoga, la busque en su tienda preferida, donde nos vimos por primera vez. Ella no estaba, no había vuelto a esos lugares y se me hacía lo más extraño, hasta que dos meses después de haberme graduado, me llegó una carta.
Se me hizo extraño, las cartas ya casi no se utilizaban y las de mi universidad ya habían llegado.
Con esa carta me sentía impotente, me sentía estúpido, me sentía que no la había protegido.
En esa carta supe de ella, no de la forma en la que quería, pero supe de ella, así que mi propósito ahora era encontrar el lugar de donde había llegado esa carta y encontrarla para poderle decir que aún la quería y que más que eso, yo la amaba.
La tenía que encontrar, antes de que fuera más tarde.
