[2]

1.1K 212 3
                                    

Entonces pasó me fui encariñando con él, el tiempo avanzaba y mi afecto también, al verlo sonreía pues era el único que parecía entenderme.

-Hola- dije débilmente al sentarme a su lado

Pero este no me respondió.

-Hola- volví a insistir

Pero este seguía sin responderme, dirigí mi vista hacia él y note que miraba serió a las rosas.

-¿Sucede algo?- pregunte

-Me has mentido- dijo con reproche

-¿Qué?

-Me has dicho que me sanarías pero es mentirá

-¿Por qué lo dices?

-He escuchado a los otros médicos y el hecho de que me operen es casi nulo

-Lay, prometo buscar una solución

-"Cada persona que ves tiene heridas, sé amable solo sonríeles", si no puedes hacer nada al respecto para ayudarle

-No, no digas eso, yo quiero ayudarte y lo haré, no sabes lo que se ha significado para mi, mirar por las noches las estrellas y ver en ellas tu sonrisa, prometo salvarte.

-Déjalo así, solo olvídalo- dijo para levantarse.

Entonces pasó, después de una discusión me suspendieron del hospital sacándome del caso, recuerdo que robé el expediente y me escabullí para seguir viéndolo.

Me ignoraba por momentos hasta que un día hizo que un fuerte sentimiento me inundara queriendo gritar a los cuatro vientos lo que sentía.

Podía verlo tan maduro en su persona pero por dentro era un niño que no quería crecer, tal como el principito con el zorro, Lay me había domesticado y ahora que parecía alejarse de mi, dolía.

Sin embargo un día, uno en el que ambos contemplábamos el amanecer tomo mi mano y la entrelazo con la suya, giré mi cabeza para mirarle cuando mis labios chocaron con los suyos, recuerdo haberlo besado, tan tiernamente que pude saber que me había enamorado.

-"Hoy es un buen día para plantar un besó y cosechar sonrisas"- dije aún sobre sus labios.

-Ojala vengas a robarme el corazón con una sonrisa.- respondió.

Entre a casa de mi padre y me senté en la sala a un lado de la hija de la señora Xian.

-Hijo, me alegra hayas venido, quiero presentarte a la hija de la señora Xian

-Padre yo, yo no deseo una cita

-Suho hemos hablado ya.

-¿Podríamos hablar en privado?- pedí

Molesto este accedió dirigiéndose a la puerta.

-¿Qué pasa?, hemos hablado ya mucho tiempo de esto y necesito que ya contraigas matrimonio

-Padre se que es importante para ti y para mamá que yo me case y consiga una familia pero hoy he venido a decirte que me he enamorado

-¡Hijo pero que alegria!, dime su nombre

-Papá no es como lo imaginas

-¿Qué?, es extranjera porque bueno podríamos hacer...

-No- interrumpi- padre me he enamorado de quien yo he querido no de quien tú has elejido

Este me miro quieto durante un momento y después inquieto tomo mi hombro.

-Padre yo me he enamorado de un hombre y no me importa lo que deigas, lo amo.

-Suho esa es una completa idiotes

-No, no lo es, ¿sabes qué es idiota?, es que yo me permita más manejes mi vida, te has hecho viejo, no sabes nada de sueños porque todos los tuyos fueron tontos según otros.

Mi padre seguia paralizado ante mis palabras.

-Eres como el rey del planeta pequeño, crees ser rey de todo pero existe una gran diferencia entre rienar y poseer y te diré hoy padre, que tú no posees mi vida.

Sabia que tal vez perdería todo su apoyo pero justo en estos momentos no me importaba.


Principito. -SULAY-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora