Prologo

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"Algún día iré a Egipto, no puedo morir sin haber visitado esa tierra" 

Esa frase retumbaba en las paredes de un museo de historia universal, el sueño de una niña que sabia muy bien que era lo que ella quería. Ah, Egipto, tierra de dioses y faraones llena de magia y secretos que aun siguen enterrados.

Mi nombre es Alanah, soy estudiante en las mañanas y paso mis tardes encerrada en un museo, es tranquilo, a veces no es visitado y esta la constante amenaza de cerrarlo, no entiendo por que las personas no quieren saber algo de historia (la excusa de que paso hace muchos años esta muy gastada, vamos, sean originales)

Por alguna razón estoy muy atraída a ese bello país al norte de África, no sé porque pero siento que debo ir y la espera que hice para tener la mayoría de edad parecía eterna ya que sabia que no podía viajar sola a los 15 (y yo quería ir sola), recuerdo que todos los días le preguntaba a mi madre cuanto falta para los 21 y su respuesta me ponía mas ansiosa.

Los años han pasado y me deseo sigue vivo, aunque me frustra no encontrar boletos en temporada baja, y la entrada de dinero no es muy buena lo cual no es muy motivador que digamos... Con mi trabajo apenas me sustentaba y solo me alcanzaba para comer, pagar el alquiler, impuestos y eso, saben, ahora que lo pienso ser mayor de edad sonaba mas divertido cuando tenia 11 ahora es una pesadilla divertida.

Un día cualquiera en mi vida, mi oficina es un calvario y mi jefe no para de alardear de lo bien que hace su trabajo, pero luego recuerdo que el gerente lo regaña las 24/7 y se me pasa.

-¡Hola! ¿Que tal tu existencia? -pregunta Molly, mi mejor amiga.- ¿Como estas Cleopatra?- continua con sus preguntas

-Muy simpática Molly, estoy respirando, lo cual es bueno, ¿verdad? -respondí con pocos ánimos

-Adoro tu humor, en fin, ¿como te va con tus ahorros? 

-Estoy cerca, solo falta el pago de este mes y me largare de aquí sin fecha definida de retorno -respondo con un evidente tono alegre

-Bueno, solo quería desearte suerte, has dado casi toda tu vida por ese viaje -wow, hasta Molly se ve emocionada por el viaje. Así que le regalo una de mis mejores sonrisas-

-Lo sé, gracias plebeya

La expresión de Molly era graciosa, se veía que quería matarme por haberle llamado "plebeya". Por eso mismo lo hice pero igual se asomaba una sonrisa cerrada a su rostro, cuanto agradezco que mi mejor amiga me apoye en esto. Es mi mayor sueño.

Luego de un día mortalmente normal en la oficina mi cerebro quiere descansar un poco, estoy tan agotada y mi teléfono no para de sonar, cuando abro el mensaje... No puedo creerlo 

"Su solicitud de pasaje a El Cairo ha sido aprobada, gracias por preferirnos Atte: World Airlines"

NO PUEDO CREERLO!!! Después de tanto tiempo, Egipto voy por ti.

Trato con los DiosesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora