30 DE JUNIO DEL 2010
Génova, ItaliaNarrador omnisciente
—¿Ya te vas Armando? Amore mio, quédate un poco más —le pedía una mujer acostada en la cama de un motel mientras él se vestía y abrochaba mejor el cinturón.
—No puedo, ya debo irme. No quiero seguir perdiendo mi tiempo, ni sé para qué vine. —Le contestó Armando fría y desinteresadamente, ya irritado por las súplicas de la mujer.
—Llevamos siendo amantes un año Armando, imagínate, un año y más. Nuestra relazione es muy seria así que no puedes dejarme de lado. ¿Acaso ya no te complazco como antes? ¿Ya no te parezco atractiva? —preguntó la mujer con tono triste, mordiéndose el labio sensualmente, acercándose a él y abrazándolo por la espalda.
—¿Que no entiendes, Penny? Simplemente ya aburres, no es lo mismo. Ya obtuve lo que quería contigo hace tiempo, ya no me eres de utilidad. —Le contestó Armando toscamente, retirando las manos de Penny de su espalda y alejándose de ella.
—A mí no me desechas a la basura así como así, eh Armando. Que no se te olvide que tengo muchas cosas in contro di te. —Lo amenazó Penny, enojándose por su maltrato.
—¿Ah, sí? ¿Como qué cosas? —la retó Armando mirándola amenazante y de frente.
—¿Que ya se te olvidó? Por ejemplo, ahora puedo ir corriendo a contarle a tu patética esposa que tú y yo somos amantes. Podría decirle que me prefieres a mí, y que junto conmigo estás planeando dejarla, quitándole toda su fortuna. —Contestó Penny tranquilamente, volviéndose a recostar en la cama.
—Realmente eres tan estúpida, nunca escuché una amenaza tan barata y común. Pero no me importa, ¡anda! Si quieres decirle ve a decírselo. Já, a Estefany no le va a importar es más, la que va a salir perdiendo eres tú, va terminar despidiéndote y yo no voy a dudar en apoyarla. Recuerda que somos tus patrones y podemos hacer lo que sea contigo. —Le argumentó Armando a Penny con burla.
Pensó que ella carecía de imaginación para amenazarlo mejor.
—No me importa lo que haga conmigo, para mí encontrar trabajo es en extremo sencillo. Además digas lo que digas sabes que soy capace —alegó Penny con una sonrisa orgullosa.
—Sí lo eres, no lo dudo. ¿Pero sabes lo que pasa? Que a mí no me importa lo que hagas, además consigues trabajo fácilmente por zorra, te deben contratar viejos decrépitos que están aburridos de sus mujeres. —Alegó Armando altaneramente y era verdad, Penny lo tenía hastiado, se había divertido lo suficiente con ella; pero había cierto punto en que el dulce resultaba empalagoso. Penny era una mujer hermosa, de eso no había duda, pero no iba a ser su mujer para siempre.
—Estás celoso, chiaro que sí te importa, y esa no es mi única amenaza. ¿Que harías si ahorita corro a contarles a Emiliano y Manasés que tú y la zorra que tienes por esposa tramaron el fraude a Vestirsi Bene, y tutto para quitarles tutto lo que tenían? ¿No te conviene verità? —lo amenazó con una falsa pena.
Entonces Armando sí se molestó, se dirigió hacia ella y le presionó fuertemente el cuello, asfixiándola.
—Que no se te olvide que también tengo armas en tu contra Penny, o mejor dicho, Pena; porque eso es lo que me das, pena. A ver, ¿qué harías si les cuento a mis hijos adoptivos que tú fuiste la que recibió los pre citatorios de mano de los policías, y no se te dio la gana de avisarles a tus patrones? Tu reputación va a caer más bajo de lo que ya está. —Contra arrestó Armando con otra amenaza, soltando violentamente su mano del cuello de la muchacha, quien empezaba a tomar bocanadas de aire.
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Génova, punto de partida [LIBRO I] Saga EBDMP
Ficción GeneralLo absolutamente perfecto es surreal y las burbujas son por completo frágiles, nada duraderas... Ojalá Manasés Coppola y su familia lo hubiesen sabido a tiempo. Él era un niño de once años que vivía en Génova - Italia cuando arrestaron a su padre po...