C38: Suspiró de ¿alivio?

7.5K 436 2
                                    

MARIANA POV

¿Estaba asustada? Si. ¿Tenía miedo? Si y mucho. ¿Estaba confundida? Más que eso. Pero eso no fue obstáculo para crear un plan para buscar a Matt y largarnos de aquí. Necesitaba verlo, necesitaba ver si seguía con vida y a salvo. Una lagrima cayó por mi ojo izquierdo al pensar en lo contrario. Juro que si ese maldito le hizo algo se las va a ver conmigo, lo mataré yo con mis propias manos y no tendré piedad como lo hizo con el, pero lo que más rondaba por mi cabeza es la misma pregunta que tenía desde que escuche esas palabras, ¿de verdad él era mi padre? ¿él fue capaz de arrebatarme dos veces de mi familia? sea lo que sea ese hombre no lo veré nunca como tal, lleva acosándome desde mitad de semestre y me llevo dos veces también.

En fin después de salir de este lugar no escapará de mi, lo atraparé y lo arruinare, no sin antes asegurarme de que mi familia y madre biológica estén bien. ¿Qué estarán haciendo los demás en este momento? espero que se hayan dado cuenta y hayan llamado a la policía, conociendo a Dave tal vez y más conociendo a Julia.

Un ruido de la puerta me hizo salir de mis pensamientos... Era el... Lo sabía, había llegado y era la hora de actuar. Y si, abrió la puerta bruscamente dejando ver su horrible máscara blanca.

-Hola de nuevo Marianita.- hice una mueca de asco al escuchar de nuevo su horripilante voz.- ¿O te molesta que te diga así?- dijo irónicamente caminando hacia mi.

Ya no tenía miedo, de hecho estaba un poco nerviosa por lo que pasaría en algunos minutos o si me iba bien hasta segundos. Al llegar a mi se puso de rodillas y me obligó a mirarlo.

-Por ti podré de nuevo abrir mi imperio.- una cara de confusión se asomó en mi cara y él lo noto.- sí, decidí contarte mis planes que tengo para ti en un futuro hija.- otra mueca de asco y repulsión apareció haciendo que riera.- Sigue quejándote lo que quieras Marianita, al fin y al cabo te usaré en contra de tu madre para recuperar lo que ella me arrebató...- dijo con odio y empezó a apretarme las muñecas muy fuerte.- Y qué mejor venganza que arrebatarle por segunda vez lo que más ama.- susurro frente a mi haciéndome pasar náuseas por su asqueroso aliento.

¿Segunda vez? ¿Venganza? ¿Qué está pasando?

-Pero si quieres protegerla y que siga con vida tendrás que hacer todo lo que yo te diga..- se acercó más a mi.-¿Entendido?- no obtuvo respuesta por parte mía Solamente una cara de desprecio y de odio.- Bueno si a esas vamos, veamos que piensa tu queridísimo Scott.- hice un movimiento brusco en la silla para defenderme pero él fue más rápido y se alejó riendo.

Era la hora, Mariana tienes que hacerlo.

Fue acercándose más a mi y espere el momento adecuado.-A ver cómo te pones cuando este en el mismo lugar que tú queridísimo amigo Matt.- no espere ni un segundo más y alce mi pierna dándole una patada en la cara haciéndolo caer fuertemente contra el piso.

Me desate lo más rápido que pude lo que me faltaba de las cadenas y me quite la venda que tenía en la boca para echarme a correr lo más rápido de ahí.

-¡Ni creas que escaparas!- él fue más rápido y me agarro de un tobillo haciéndome caer ahora yo contra el suelo. Le di de nuevo una patada en el hombro y se escucho un gemido de dolor por parte de él. Me levante lo más rápido que pude hacia la puerta pero para mí mala suerte estaba cerrada.

Mierda

Sentí como sus brazos rodeaban mi cuello y me jalaba el pelo para que no hiciera cualquier movimiento, trate de zafarme de su agarre pero era mucho más fuerte que yo y ya empezaba a ver borroso por la falta de aire. Comencé a gritar pero note que se molesto por aquello y me empujó contra una mesa que estaba a un lado de nosotros y de nuevo caí al piso golpeándome la cabeza.

Río.

-Eres muy astuta Marianita.- ya no tenía fuerzas para moverme, sentía la sangre correr por mi cabeza hasta llegar a mi oído y de ahí se pasaba a la cara y el cuello. Me faltaba aire por su último movimiento y sentía que se me saldría el cerebro por el tremendo golpe que me di.

No espero otro segundo y se acercó de nuevo a mi causándome miedo y comencé a retroceder lentamente para ganar tiempo.

-No te irás y menos cuando tarde más de diecisiete años en encontrarte.- su aliento me mareaba más de lo que estaba, me agarro del brazo con brusquedad y me puso a su altura sin soltarme, me estaba haciendo daño y mi cabeza ya no podía más.

Saco de su bolsillo un cuchillo pequeño y lo dirigió directo hacia mi cuello.

-Tus últimas palabras Marianita... pensé que al encontrarte podría hacer el bien pero ya veo que solo sirves para causar problemas.- me moví de nuevo bruscamente pero fue inútil, solo ocasionaba que el cuchillo me hiciera daño.

Un fuerte ruido llamo nuestra atención que se dirigía hacia la puerta.

-¡MARIANA!- la puerta cayó.

De pasar a una fuerte escena donde vi literalmente mi vida pasar por mis ojos, un suspiro de salvación se escucho salir de mi boca. A veces siento que la vida se pone de acuerdo con él para que aparezca siempre que tengo problemas.

Scott.

Instituto WhitmoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora