—Jimin, vamos con Tae a jugar videojuegos —le dijo Jungkook mientras dejaba sobre la mesa un bowl con frituras y volteó a verlo.
—No, lo siento Kookie —habló distraído y recogió su celular del lugar en el que había estado sentado—. Yoongi hyung vio un lugar que quiere mostrarme, otro día será.
Y se giró para salir de la sala rumbo a las habitaciones.
Desde casi un mes atrás que Jimin se iba en sus tiempos libres con el hyung y digamos, no habría ningún problema si pasara algo de ese tiempo con él... Ah, y con Taehyung porque los tres siempre han sido muy unidos y eso.
Otras cosas que había notado eran que Jimin ya no trataba de tener el lugar junto a él mientras comían, rondarlo de esa manera asfixiante que tenía o cualquiera de esas malditas manías y Jungkook en realidad odiaba ser botado a un lado. Eso tampoco significaba que lo quisiera respirando en su cuello toda la vida de nuevo, pero, era extraño que Jimin no lo buscara, le hacía sentir un vacío que no podía —ni quería— identificar.
Escuchó un par de risitas tontas y después la puerta siendo cerrada sin cuidado. Jungkook juraría que perdió la razón en cuestión de segundos, Yoongi hyung no se reía de esa manera nunca y menos con Jimin, con Hope o Jin sí pero nunca con él ¿Era eso bilis subiendo por su garganta? ¿Estaba ya ese molesto hueco en su estómago?
Se levantó rápidamente y casi corrió para alcanzarlos. Cuando pudo llegar a la puerta, abrir y asomar muy discreto la cabeza ya no estaban por ningún lado. Cerró de un portazo y enfurruñado regresó a donde estaba dos minutos antes, se dejó caer sobre el mullido sillón y se quedó mirando fijamente la pantalla apagada.
¿Tenían que reírse como un par de cursis, empalagosos e irritantes enamorados?
—¡Jimin, Kookie! ¡Jimin, Kookie! —gritaba Taehyung, jalando por la muñeca a un sonriente Hoseok— Hobi va a jugar con nosotros, va a hacer equipo conmigo y... ¿Jimin, se volvió invisible ahora?
Jungkook suspiró, aún suspendido en su trance mirando con el ceño fruncido a un punto indefinido del espacio. Hoseok chasqueó los dedos frente a su cara sin un resultado satisfactorio por lo que pellizco con ganas su nariz, consiguiendo un grito agudo del maknae.
—¡Hyung! ¡No hagas eso! —volvió a gritar tapando su magullada nariz con ambas manos.
—No actúes como poseso y yo no te arranco la nariz, ¿trato? —expresó, sonriendo burlón.
Taehyung seguía buscando a Jimin a tientas y lo llamaba como si fuese una mascota. Era su forma de obtener una respuesta sin pedirla directamente.
—Tae, Jimin no está, se fue con Yoongi hyung—dijo haciendo una muy chillona y mala imitación de la voz de Jimin, infundiéndole un tonito de adoración melosa sin poder evitar que su molestia saliera a flote.
—¡Ja! Tenemos un pequeño dongsaeng celoso por aquí, ¿eh? —Hoseok le pasó un brazo sobre el hombro, e hizo un curioso movimiento de cejas que pretendía ser insinuante.
—¿Qué? No. ¡Jamás! Estás loco. —Negó, moviendo vehemente las manos frente a la cara de Hoseok.
—¡Ay! Mocoso, no pienses que me vas a engañar.
—¿Entonces Yoongi Hyung te quitó a Jimin y ahora estas molesto como un bebé? —cuestionó Taehyung a la ligera, cruzándose de brazos en actitud burlona.
—¡Que no! —gritó, escondiéndose entre sus brazos.
—¿Entonces?
—Me vas a decir que no te molesta que nos ignoré y se vuelva el perrito faldero de Yoongi hyung.
—Pues si lo piensas bien, él tiene un buen tamaño para ser uno, basta imaginarlo —divagó J—Hope.
Los otros dos ignoraron el comentario, en pos de recordarlo más tarde y reírse un rato.
—Creo que Chim chim está bastante feliz con ello, no tiene porqué molestarme. —picó Taehyung.
Y era lo peor, Jimin sonreía de una manera especial, como si andar toda la vida detrás de un amargado —muy bien, no tanto, en ocasiones Yoongi hyung era genial— fuese de lo más divertido. Tal vez más divertido que ser apartado por siempre.
Auch...
—Bueno, juguemos solo los tres —Encendió la consola y trato de disipar los pensamientos referentes a Jimin y su adorado hyung—. Ni que lo necesitara tanto.
Hoseok y Taehyung se rieron de su infantil intento de esconder la verdad pero, decidieron que no dirían nada más de momento.
Pasadas las horas, Jungkook ya no prestaba atención al juego, pensaba en que tanto estarían haciendo. Jimin y él podrían hacerlo también, así no lo abandonaría de nuevo, Suga estaría encerrado haciendo cosas que hacen los hyungs, como de costumbre, retomando así el orden natural, status quo o lo que fuera.
Escuchó ruido en la entrada apareciéndose ahí casi al segundo siguiente. Eran Namjoon y Seokjin, traían comida, que en ese momento no le caería mal, el vacío en su estómago estaba peor y era probable que se llenara con pollo. No se llenó.
Más horas y horas, afuera ya estaba oscuro. Jungkook se sentía un poco (muy poco) decepcionado de sí mismo por tener la esperanza de que él regresaría pronto para estar juntos... los tres, claro, habían dejado y pendiente su tarde de videojuegos.
Más tiempo pasó y él se encerró en su cuarto haciendo una y mil tonterías para pasar el tiempo. Llegado el momento cayó dormido y al despertar Jimin ya estaba en casa, sin siquiera haberle avisado y se había ido a dormir junto a Suga.
Jamás aceptaría que le dolía ser tan fácilmente desplazado.
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Es mi Jimin
FanfictionPasa que si tienes algo como una constante, puede que ni siquiera notes su presencia pero, cuando falta ese algo que antes era irrelevante lo quieres de vuelta. Como los niños, tienen el juguete y no les importa mientras no vean que alguien más lo...