Cap. 32

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 Me encontraba en mi cuarto, sentada en mi escritorio intentando estudiar para un examen de teoría y crítica de la música pero no podía concentrarme

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 Me encontraba en mi cuarto, sentada en mi escritorio intentando estudiar para un examen de teoría y crítica de la música pero no podía concentrarme. En mi cabeza solo estaba Anahi. No había podido hablar con ella en todo el fin de semana, se había ido a Ohio para pasar el fin de semana con su abuela y al parecer su móvil estaba muerto. Cada vez me sentía más enfadada al volver a marcar su número y escuchar esa voz robótica que me decía que su móvil estaba apagado o fuera de cobertura, y el colmo era que ella tampoco hacía nada para llamarme. Con toda la rabia que tenía arrojé el móvil al suelo y aparté de un golpe los libros, que llegaron a parar al mismo sitio.

Cogí una foto de ella y me senté en el suelo, apoyando mi espalda en la cama.
-Por qué no me llamas...?
Me quedé observando la foto por un largo rato, hasta que un ruido me sacó de mis pensamientos.
-Qué haces aquí? –Pregunté a la persona que había entrado.
-He escuchado un golpe y quería saber si ya te habías tirado por la ventana.. –Dijo sonriendo, intentando hacer broma.
-Pues no te creas.. que estoy a punto.. –Dije con una sonrisa.
-Bueno, por lo menos espera a que venga la rubia a rescatarte, no?
-Ay Maite.. esa rubia me tiene vuelta loca..
-Y eso? Todavía no te ha llamado?
-No.. y lo que me da mas rabia es que estoy segura que cuando me mire con esos ojos azules va a hacer que se me quite todo el coraje que siento ahora, no puedo enfadarme enserio con ella..
-Pero llega hoy no? Seguro que en cuanto pise su casa te llama y te da una explicación, sabes que Anahi te ama de verdad.
-Si lo sé. Pero.. no sé.. ella está lejos, se ha reencontrado con todos sus amigos, quizás hubiera alguna chica que le gustase.. o algún chico.. tengo miedo Maite..
-Miedo de qué hermanita?? –Dijo preocupada y sentándose a mi lado.
-De que algún día me deje.. May.. a ella le gustan los hombres, no las mujeres..
-Por qué dices eso Dul?? Está contigo no? Y tu eres una mujer..
-Está conmigo porque está enamorada Maite.. ella no es lesbiana.. simplemente está enamorada de una mujer..
-Pero a ver.. por qué dices eso?
-Pues porque es la verdad! Ella siempre me ha dicho de que de mujeres solo le gusto yo, y los hombres si le gustan.. pero solo le gusto yo Maite.. Tengo miedo de que algún día se canse de estar con una mujer y se vaya con un hombre, que es lo que verdaderamente le gusta.. Cuando me dice que una mujer le resulta guapa me alegro.. porque pienso de que puede haber una esperanza de que realmente le gusten las mujeres y se quede conmigo..
-Lo que estás diciendo es una tontería muy grande Dulce.. Anahi te ama, da igual que le gusten los hombres o que le gusten otras mujeres, porque ella no los ama a ellos, te ama a ti, y eso es más importante que todo lo demás.
Su móvil empezó a sonar, ella lo sacó del bolsillo y miró la pantalla para ver quien era, después me miró sin contestar.
-Deja de preocuparte por tonterías y habla con ella. –Dijo tendiéndome su móvil que aún seguía sonando. Yo lo cogí inmediatamente y le sonreí, ella me devolvió la sonrisa y salió de la habitación, yo contesté rápidamente.
-Diga?? –Dije emocionada.
-Dul??
-Hola mi vida.. –Dije un poco más seria al recordar que debía estar enfadada con ella.
-Hola mi amor! Perdón que no te llamara en todo el fin de semana! Pero a mi móvil se le acabó la batería y me deje el cargador en casa.. me perdonas?? –Dijo con voz triste de bebé.
-Si Any, no te preocupes..
-Bebé.. no me perdonas..
-Bueno.. y dónde estás? –Dije seria cambiándole de tema.
-En el aeropuerto, esperando por las maletas.. –Dijo con voz triste.
-Ah.. y cómo te lo has pasado?
-Pues bien.. dentro de lo que cabe claro.. te echaba muchísimo de menos.. te amo Dul..
Yo me quedé callada, estaba deseando responderle y decirle cuánto la amaba y lo mucho que la había echado de menos.. pero realmente me sentía mal, y mi orgullo no me dejaba contestarle.
-Bueno eh... tengo que colgar, mis me llaman, ya están llegando nuestras maletas.. –Dijo mucho más triste que antes, a mi se me partía el corazón al escucharla así. –Vendrás a mi casa esta noche?
-No puedo Any.. tengo que estudiar mucho..
-Ah.. bueno pues.. nos vemos mañana entonces..
-Ok.
-Bye Dul.. te amo.
-Adiós.
Ella suspiró y luego colgó. Yo cerré lentamente el teléfono arrepintiéndome profundamente de cómo la había tratado.
-*******! –Me dije a mí misma dándome un golpe en la cabeza. Luego me acosté boca abajo sobre la cama y me quedé así durante un tiempo, repitiendo en mi cabeza nuestra conversación una y otra vez, arrepintiéndome cada vez más de cómo la había tratado.
Horas después me encontraba todavía sobre mi cama, escribiendo en uno de mis cuadernos todo lo que sentía por Anahi, hasta que Maite volvió a entrar en mi habitación, entonces lo cerré y la miré, esperando a que empezara a hablar, ella me miraba de la misma forma.
-Y? Cómo fue?
-Mal Maite.. no arreglamos nada y ahora me siento fatal.. –Le conté todo sobre nuestra conversación y ella me miraba enfadada.
-Pero cómo puedes ser tan ******* Dulce?? Por qué has hecho eso?? Así piensas estar más segura de tu relación con Anahi?? Pues vas lista.. no sé cómo Any te soporta. –Dijo realmente furiosa y saliendo de la habitación.
-Ni yo tampoco.. –Dije con un suspiro cuando mi hermana ya se había ido de la habitación. En cualquier otro momento le habría contestado e insultado y todo lo que hiciera falta, pero ese día me encontraba especialmente débil en todos los sentidos..
Minutos después Chris entró en la habitación.
-Qué ha pasado con Maite, Dul??
-Nada que te importe. –Dije dándole la espalda desde la cama.
-Uy que humor.. bueno, yo venía a avisarte de que la cena ya está lista.
-No me esperéis, no voy a cenar.
-Por qué? Tu por muy enfadada que estés no te pierdes una comida, no sé como puedes estar en tan buena forma.. –Dijo sonriendo haciendo broma.
-Pues porque no me da la gana, algún problema??
-Definitivamente, hoy estás insoportable Dulce. –Dijo saliendo de la habitación enfadado y dando un portazo.
Cogí una almohada que estaba a mi lado y le di un gran golpe, y luego otro y después otro, cuando ya me dolían los brazos paré y me acosté sobre la cama, al instante me quedé dormida.
Me desperté un poco descolocada y con dolor de cabeza. Miré el reloj que había al lado de la cama y suspiré, era la 1:30 AM. Me levanté y salí de la habitación. Todo estaba oscuro ya que todos se habían acostado. Por el camino iba encendiendo luces hasta hacer un camino para llegar a la cocina. Una vez estuve ahí cogí una botella de agua y del frutero cogí una manzana. Me senté en una de las sillas que había y me comí la manzana tranquilamente. Cuando terminé de comer salí de la cocina y me dirigí a mi cuarto siguiendo el camino de luces y apagándolas. Cuando llegué a mi habitación cerré la puerta y de un salto llegué al centro de la cama, donde me coloqué boca abajo para seguir durmiendo.
Un minuto después sentí que alguien me acariciaba el pelo y de un salto lo aparté y me senté derecha en la cama muy asustada.
-Quien eres?? –Dije muy nerviosa, ya que estaba todo oscuro y sólo se veía una sombra.
-No te asustes mi amor.. soy yo.
-Anahi?? Qué haces aquí a estas horas?? –Dije suspirando aliviada y encendiendo la lamparita que tenía cerca.
-Es que.. no podía dormir pensando en lo de hoy y.. quería pedirte perdón mi amor.. te he echado muchísimo de menos y no quiero que estés enfadada conmigo.. –Dijo sentándose a mi lado en la cama.
-No mi vida.. la que tiene que pedir perdón soy yo, no tendría que haberte tratado así, pero es que estaba preocupada pensando en que te habías olvidado de mi...
-Claro que no mi amor.. eso es lo último que haría. Yo no puedo olvidarte tan fácilmente Dul, estás demasiado clavada en mi corazón, no dudes ni por un solo segundo lo contrario.
-No lo dudo mi amor.. entonces, me perdonas?
-No tengo nada que perdonarte mi amor.. y tú me perdonas?
-Yo tampoco tengo nada que perdonarte mi vida.
-Entonces, qué hacemos hablando tanto?? –Dijo sonriendo y besándome apasionadamente. Yo me sorprendí, pero le seguí el beso y empecé a acariciar su espalda. Ella se puso de rodillas sobre mí y se quitó la camiseta. Al quedar su torso libre de tela besé y acaricié rápidamente sus senos. Ella se rió y se apartó un poco para ayudar a quitarme la camiseta y que me recostara sobre la cama. Anahi se situó a mi lado y empezó a darme besos por el cuello acompañados por su lengua, mientras una de sus manos vagaba por todo mi cuerpo. Por una vez, me dejaba llevar por ella. Anahi se subió sobre mí y empezamos a besarnos lo más ardiente que podíamos, mientras mis manos acariciaban la espalda y el trasero de ella. Nuestras lenguas se entrelazaron en una danza de fuego donde nuestra saliva era la lava caliente que hacía que nuestras lenguas se fundieran en una sola. Anahi volvió a besarme y lamerme el cuello, después fue bajando con su lengua por mi cuerpo y paró en mis senos, lamía mi aureola y daba suaves mordiscos en mi pezón, mientras que con la mano me acariciaba el otro seno. Luego cambió al otro seno haciendo que me volviera loca de placer. Cuando ambos senos ya estaban rojos de tantos mordiscos y de haber dejado su huella ahí, siguió bajando por mi cuerpo llegando a mi centro, donde con su lengua me dio el mayor placer que había sentido nunca. Ella movía su cabeza despacio y luego más rápido. Cuando estaba a punto de llegar la quité y la empecé a besar fuertemente.
-Qué haces mi vida? –Decía con la respiración acelerada.
-Quiero que lleguemos juntas bebe..
Yo me puse sobre ella y me apoderé de su cuello, parte que me encantaba de ella. Sin despegar mi lengua de su cuerpo bajé hasta sus senos, donde comí de ellos hasta saciarme, le mordía los pezones un poco fuerte y luego le pasaba la lengua suavemente para aliviar un poco el dolor. Fui descendiendo hacia el sur, donde se encontraba el tesoro más hermoso que había visto nunca. Con mis besos llegué hasta su vagina, con mis manos separé cuidadosamente sus labios inferiores y con mi lengua recorrí todo su interior, llenándome la boca de ese sabor dulce y a la vez amargo, embriagándome con su aroma. Le di placer con mi lengua hasta que ya no podía aguantar las ganas de gritar, cuando sentía que estaba llegando paré, haciendo que ella se quejara inmediatamente. Subí hasta su boca y la besé, compartiendo el sabor de ambas. Mientras nos besábamos mi mano bajó hasta su vagina y empecé a acariciar su clítoris suavemente y ella me imitó. Nos dimos placer mutuamente, haciendo movimientos lentos, luego más rápidos y sin parar de besarnos, poco tiempo después las dos llegamos a un fuerte orgasmo.

MIEDO AMAR !!PORTIÑON¡¡ ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora